Paolo Lüers, el ciudadano de origen alemán que en pleno conflicto armado vino a El Salvador como periodista, enrolándose luego en las filas de la guerrilla, y que ahora es reconocido como uno de los analistas políticos más entendidos, considera que estamos ante un momento político difícil , si se trata de hablar de la conformación de una fuerza de izquierda democrática -y aún, de una alianza entre esta izquierda y una derecha igualmente democrática-. Considera "trágico" que líderes y grupos de centroizquierda se hubieran plegado al proyecto Funes-FMLN, ya que mientras las expectativas en torno a ese proyecto se mantengan, la famosa "tercera vía" no podrá ni asomarse. ¿Los Amigos de Mauricio? Para Paolo son una masa informe sin capacidad de convertirse en un contrapeso al Frente: "Lo que ahí está creciendo es el PCN del Frente", dice.
-¿No ve usted la posibilidad de una escisión en el Frente? Porque al interior del partido sigue habiendo gente de izquierda democrática, un Óscar Ortiz, un Hugo Martínez, por poner dos ejemplos.
-No, el ciclo de escisiones ya pasó, ya es un ciclo cerrado. Sin ese ciclo cerrado, lo que pasó en esta campaña electoral, esa alianza con Mauricio Funes, no hubiera sido posible.
-¿No cree que al asumir el poder, el reparto del mismo pueda dividir?
-No creo. Bueno, siempre va a haber gente que entra y sale del Frente, pero los que están ahí, están de acuerdo de alguna manera con la estrategia. Óscar me imagino que de alguna manera se ha acomodado y también está esperando su momento. Él sabe, perfectamente, con toda la historia de lo que ha pasado ahí, que su momento le va a llegar dentro del Frente, afuera no; no creo que él vaya a ser impaciente ahora y saltarse al otro lado del cerco y tratar de hacer algo con los Amigos de Mauricio, que no son un partido, no tienen ninguna coherencia política. El Frente... si tú ves el proceso histórico, y si estuviera vivo Schafik te lo podría explicar perfectamente porque él tenía el guión de esto: cuando salimos de la guerra, esta cosa que el Frente era una confederación de cinco organizaciones, con total autonomía ideológica cada una, esto no tenía la concepción de que pudiera quedar así, desde el punto de vista de la tradición comunista a nivel mundial. Ellos (los comunistas) empezaron a convertir al Frente en un partido vertical, aplicando toda esa teoría que tienen del centralismo democrático y todo eso, y fueron sacando, expulsando o provocando que se fueran a los pedazos que no cabían en esto, mientras otros se fueron supeditando, adaptando, como Óscar o Hugo. ¿Por qué el Frente tenía que hacer esto? Alguien como Schafik sabía que solamente con una maniobra como esta podían llegar al poder. No podían llegar con sus propios votos duros del Frente de bandera roja. Pero se negó a hacerlo, en todas las ocasiones coyunturales, porque no tenía el control del partido. En 1994 la discusión era si el candidato era alguien del Frente o Abraham Rodríguez, que tenía una idea con un lenguaje casi igual al que está usando la gente de Mauricio Funes -"no se trata de un gobierno de izquierda, se trata de sacar a ARENA del poder y hacer un gobierno de transición, y para eso nos vamos a supeditar a un liderazgo progresista, socialcristiano, etc."-. Eso fue vetado, fue muy fuerte esa discusión. Entonces, surgió como compromiso la candidatura de Rubén (Zamora) que era casi una candidatura interna. Después, con Héctor Silva, igual; el argumento siempre era el mismo: "como somos un partido donde la mitad somos revolucionarios y la otra parte son pequeñoburgueses, socialdemócratas, si nosotros nos supeditamos a un gobierno de unidad, estos se van a quedar con el partido". Por eso no dejaron pasar a Héctor Silva, a pesar que Schafik sabía que Silva podía haber ganado las elecciones contra Francisco Flores. Boicotearon la candidatura de Héctor Silva. ¿Por qué fue posible ahora la candidatura de Mauricio? Porque el partido ahora está consolidado, ya no existe un ala del 50%, o el 48 o el 51, socialdemócrata. Para la candidatura de Schafik las elecciones entre Oscarito y él eran "50-50". Lograron cambiar esa relación, y con el FMLN que tienen, donde ya no hay el peligro de una corriente fuerte reformista que levante la cabeza y tome el control del partido, ellos se pueden dar el lujo de tener a Mauricio Funes. Imaginémonos a Funes, con ese discurso que tiene, y un FMLN dividido 50-50, quedaría los comunistas en una minoría, nunca lo hubieran permitido. Y todo ese "vergo de vagos" que ahorita regresa a la izquierda no lo quieren ver ni en pintura dentro del partido. Ellos no van a incorporar a alguien como Héctor Silva a su propio partido, porque están felices de tener la casa limpia. Lo que quieren es que se conformen como unos aliados, pero supeditados, más débiles. Dentro de esto ¿qué papel juega Mauricio? Yo creo que Mauricio tiene la ilusión de que prestándose a esto va a reforzar esa tendencia muy personal, y al final tener mucha influencia incluso dentro del Frente. Esa es ilusión. ¿Cuál es el plan del Frente? El Frente está absolutamente feliz con lo que ahorita está pasando. Arman una gran pantomima como si fuera un pleito entre el candidato y el partido. Y poco a poco, en la opinión pública se impone el candidato; manda a callar a Gerson (Martínez), nadie le contradice. La derecha, los "gringos", los empresarios se compran esto y creen en serio que dándole gobernabilidad a Mauricio Funes están debilitando al Frente. Eso es exactamente lo que el Frente quiere que ellos piensen. ¿De qué otra manera va a tener gobernabilidad, si no tienen mayoría, ni recursos, y se viene la crisis? Incluso dicen "estamos claros que este va a ser un gobierno de derecha, no importa, pero con un poco más de contenido social, y con nosotros metidos en algunas áreas". El Frente está seguro que en estos años de gobierno él se va a fortalecer muchísimo, porque va a crecer en control local, municipal, que los ministerios que van a agarrar van a ser trampolines para hacer organización territorial. Mientras tanto, que ya empieza, el ataque a las instituciones como la Corte Suprema de Justicia y el Tribunal Supremo Electoral. Por hoy, las grandes decisiones a tomar es cuánta gente del Frente entra en ese tribunal, si entra Fabio Castillo o no, o cómo va a ser el futuro tribunal. Si ellos logran cambiar la correlación de fuerzas en esas instituciones, en cinco años ellos no necesitarán un candidato como Mauricio Funes para ir a las elecciones, ese es el cálculo de ellos. En esa alianza cada uno piensa que se va a imponer, yo estoy seguro que se va a imponer el Frente.
FMLN: "Este no es nuestro gobierno"
-¿Entonces el Frente le permitirá a Mauricio poner su gabinete?
"La otra alternativa es romper este imperativo de la unidad de la izquierda, que es muy fuerte, casi una mitología"
-No sólo se lo va a permitir, le va a decir "arme el gabinete de la manera en que nadie se asuste, que nadie saque su pisto de este país, que no se pongan nerviosos los organismos financieros internacionales, no vayas a poner a Gerson en (el ministerio de) Hacienda, vas a poner a... Suárez, por ejemplo". Algunas cosas se las van a dejar al Frente, pero van a ser las que en la opinión pública no van a ser tan visibles. Obviamente, ese que está en el Comité de Defensa del Consumidor de ellos lo van a pasar a la Defensoría del Consumidor; y ellos van a estar bien contentos ahí, porque en dos años vas a tener en cada pueblo un comité ciudadano de defensa del consumidor, un comité de padres de familia de contraloría al sistema educativo, así en salud, así en seguridad pública, ahí van a trabajar ellos, ahí vas a ver a los cuadros del partido. Es que ellos lo han dicho bien claro y nadie los ha realmente escuchado: "este no es nuestro gobierno". Se trataba primero de sacar a ARENA del poder y tener un gobierno de transición que les permitiera crecer. El siguiente sí va a ser su gobierno.
-Es el sentido de "seremos un partido de gobierno, no un partido en el gobierno".
-Claro. Lo que también causa contradicciones. Porque ese es un guión del cual están claros muchos en el Frente, mientras otros creen que esta es la hora del Frente. El "Diablito" Ruiz todavía piensa que él va a ser ministro de Gobernación, porque claro, al "Diablito" no le han dicho todavía qué va a pasar. La expectativa en la base del Frente es muy alta, de que esto sea realmente un gobierno del Frente. Ramiro (José Luís Merino), Medardo y Leonel (Salvador Sánchez Cerén) están bien claros que esto no va a ser el típico gobierno de izquierda, que no va a morder a nadie, no va a poner banderas rojas en ningún edificio público, sino que será una transición para el turno de ellos, que viene después. Así es que hay que ver el panorama actual. Regresamos a la cosa de la izquierda democrática. El hecho de que una buena parte de la izquierda democrática se haga conciente o inconcientemente parte de este juego, me parece desastroso. Yo estoy plenamente convencido de la buena voluntad de la Dra. María Isabel Rodríguez, la conozco muy bien y hemos discutido en estos días, y no dudo que cuando se sienta aprovechada se va a retirar, es una mujer realmente de principios. Pero hay otros muchos que dicen "esta es la única posibilidad que nos queda en la vida de estar del lado del gobierno, no podemos ser oposición toda la vida". Entonces, hay mucho oportunismo también. Han elaborado una revista que se llama "Debate", la está haciendo Roberto Turcios con Alexander Segovia, Carlos Acevedo y Jaime Barba. Y ahí ves toda una elaboración sobre el futuro de la izquierda donde el Frente ya básicamente no aparece, como si no existiera, como si ellos ya hubieran sustituido al Frente. Eso me parece o una mentira, o una ingenuidad increíble.
¿Una escisión beneficiosa para la derecha?
-Veamos el caso de ARENA. Un análisis que se está haciendo actualmente tiene que ver con si ARENA se termina de mover hacia el centro o retorna a su "mística y principios"; mientras lo primero significaría ganar en pragmatismo y, por tanto, en maniobrabilidad; lo segundo representaría una mayor ideologización que le permitiría enfrentarse a una comunidad tan altamente ideologizada como la del FMLN. ¿Qué camino cree que le convendría más a ARENA?
-Por eso yo creo que la verdadera solución no es por ahí, si no que una conformación nueva de partidos de derecha. Te lo voy a poner en términos mucho más prácticos. Todas esas personas que estaban totalmente frustradas de la manera en que Tony Saca estaba conduciendo el gobierno, el partido y la campaña -figuras como Ana Vilma, como Luís Mario, muchos de los empresarios que ya no se vieron reflejados ahí-, si ellos formaran en una especie de divorcio amigable, un partido de ARENA hacia el centro...
-¿Más al centro de lo que ya se ha movido ARENA?
-Sí, agarrando como la tendencia que ya tenía ARENA de meterse en el centro y ubicarse ahí, y dejar a ARENA que se recomponga como un partido conservador, dejar en ARENA a Mario Acosta, a Hugo Barrera, a ese tipo de gente que representa mucho, que es fuerte, y que tiene la capacidad de regresar a sus raíces, a la mística de su Mayor y toda esta onda, siguen cantando su himno, siguen alzando el puño. Y otros, que ya no van a tener bustos del Mayor, que ya no van a cantar himnos anticomunistas, si no que se van a conformar en alguna fuerza como la que en algún momento tenía Cristiani en Acción Democrática. Si ellos tuvieran la capacidad de hacer esto como un divorcio amigable, ya no estarían en esa permanente contradicción entre pragmatismo y raíces ideológicas, entre anticomunismo e ideas progresivas. Pero yo dudo que alguien vaya a tener el valor de hacerlo. Esos 400 mil votos que ahorita se han desbordado hacia el Frente igual hubieran podido votar por ARENA -otro candidato, otra campaña-. No son votos del Frente. Mientras ARENA siga cantando este himno, sigan con esos rituales que tienen y con las concepciones que están detrás de esto, no van a recuperar esos 400 mil votos. Esa es gente que dice "estamos hartos de eso", y que están casi tan hartos también del FMLN y de esa masa roja, pero que en esta coyuntura les pareció menos amenazante y menos aberrante que lo de ARENA. ¿Cómo va ARENA a recuperar confianza en esos sectores? Con nuevas caras, con un programa diferente, un programa de reformas del Estado, así como lo está dibujando Luís Mario Rodríguez; pero también representando otra cultura política. Es que no puede ser que alguien me llegue a hablar de manera muy cuerda de la institucionalidad y de la necesidad de reformas y al día siguiente lo veo en televisión cantando ese himno y moviendo el pulgar hacia abajo.
-¿Pero a una ideología fuerte no se le debe oponer otra igualmente fuerte?
-No, hay que desideologizar.
-Pero el Frente no lo hará, entonces ARENA se sentiría en desventaja.
-El Frente ha tenido la sabiduría, y les ha funcionado, de crear esa figura de Mauricio Funes que nunca se puso nada de rojo, que nunca se le oyó gritar "hasta la victoria siempre", se mantuvo de civil, nunca tuvo la tentación de adaptarse a esto. Eso le permitió convencer a esos votantes que van más allá de los votantes del Frente. Rodrigo trató de hacer lo mismo pero con mucho menos éxito. Yo siempre dije, desde que la campaña empezó, que iba a ganar el candidato que tuviera la capacidad de crear la percepción en las masas de que él está cambiando su propio partido. Veamos qué ironía. Mauricio no ha cambiado ni una "jota" en el FMLN, pero ha creado esa percepción; Rodrigo ha cambiado bastante ARENA, bastante, y no logró crear esa percepción y por eso perdió. No es una cosa de realidades, es solamente de percepciones.
por Héctor Benítez. Publicado en Centroamerica21
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.