Uno de los principales retos que deberá enfrentar en el área social el nuevo gobierno es la revisión del bono financiero que Red Solidaria reparte entre las familias de los 100 municipios más pobres.
El aporte actual del programa, que varía entre $15 y $20 por familia, se ha quedado corto ante el alza de la canasta básica y el desempleo, según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). “Definitivamente se necesitaría un ajuste, recordemos que la canasta básica ha sufrido incrementos del orden del 20% en el último año. Como mínimo se debería ajustar el bono en lo que se ha incrementado la canasta”, señala Carlos Acevedo, coordinador adjunto de la Unidad de Desarrollo Humano del PNUD, quien considera que los fondos para el ajuste podrían darse “mediante la focalización correcta de los subsidios a servicios públicos, entre otros mecanismos”. Esto, agrega el analista, es “ineludible” para salir de los círculos cerrados de pobreza.
“Debe revisarse la cantidad de dinero que se les da con respecto al costo de la canasta básica, eso es indudable”, agrega Óscar Picardo Joao, vicerrector del ISEADE-FEPADE, quien matiza: “Mejorar la recaudación fiscal, focalizar mejor subsidios y más ahorro pueden servir para el ajuste del bono”.
Según datos de la Dirección General de Estadística y Censos (DIGESTYC), el precio de la canasta básica alimentaria en el área urbana en 2008 inició con $155.59 y concluyó en $176.47. Y en lo que va de 2009, el precio se ha ubicado en $172.70. Mientras, en el área rural, el precio de la canasta varió entre $100.70 y $108.27. En 2009, el costo ronda los $106.46.
Compromiso a largo plazo
Cecilia Gallardo, coordinadora del Área Social del gabinete del presidente Antonio Saca, no oculta su alegría por el impacto que ha causado el programa, ya que los indicadores de deserción escolar en el área rural han disminuido, y que los controles en unidades de salud han aumentado; sin embargo, la responsable del programa, aunque considera que debe darse un ajuste en el bono, hace la salvedad de un posible aumento no podría darse en el corto plazo.
“Debe revisarse, pero este bono no es para el sostenimiento de las familias, sino para que manden a la escuela a los niños y lleven el control, no para el sostenimiento de la familia”, dijo Gallardo.
La coordinadora agrega que los objetivos del bono son subir, por lo menos, hasta sexto grado la escolaridad promedio en el área rural, y que el 50% de las madres asista a su control prenatal, ya que se le está apostando a la salud preventiva y curativa.
También la coordinadora de la Comisión Nacional de Desarrollo (CND), Sandra de Barraza, reconoce que debe hacerse un ajuste al bono, pero advierte que este tampoco alcanzará a cubrir todas las necesidades familiares: “Creo que nunca el dinero es suficiente para cubrir solidariamente a las familias, el país debe mantener esa actitud solidaria, pero creo que hay que tomar en serio la necesidad de producir y ser productivo”.
Para De Barraza es necesario, a la par de este programa, también impulsar medidas que les permitan a las familias garantizarse fuentes de trabajo y acceso a microcréditos.
La política de Estado
Pero a la base de las necesidades sociales que enfrentan las familias en estos momentos, FUSADES, PNUD y el vicerrector de ISEADE-FEPADE coinciden en que el gran desafío que tiene Red Solidaria es pasar de ser un programa presidencial a una política social de Estado, desafío que el presidente electo debe enfrentar.
“El programa es clave para poder aumentar los niveles de nutrición y de escolaridad, por lo tanto tiene que institucionalizarse de una forma diferente a la que está actualmente. Esta red no es suficiente, porque el gran impacto social es disminuir la vulnerabilidad de las familias salvadoreñas”, dice Rafael Pleitez, gerente del área social de FUSADES.
Según el último estudio de progreso educativo Construyendo el Futuro El Salvador 2006, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la deserción en el área rural es el triple de lo registrado en la zona urbana del país. Estiman que las tasas de deserción y repetición han disminuido, pero todavía son altas, especialmente en la rural.
Red Solidaria en zona rural y creación de un programa para la zona urbana es una de las apuestas en el plan de gobierno del FMLN. “Es una herramienta —programa de Red Solidaria— que se debe de potenciar, sin embargo, el ampliar la cobertura y revisar el bono lo decidirá el presidente electo”, dijo el diputado Hugo Martínez.
Escrito por Mayrene Zamora/Jessica Ávalos. Publicado en La Prensa Grafica.
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