Escrito por Luis Mario Rodríguez R. Martes 2 de Junio de 2009. Publicado en El Diario de Hoy.
Me quedo con varios de sus ministros y secretarios y desecho gran parte del discurso del señor Presidente de la República. Secretarios como Alex Segovia, Dionisio Machuca, Francisco Cáceres y ministros como el de Economía, Hacienda, Salud, Relaciones Exteriores, Agricultura o los presidentes del BCR y CEPA, son una magnífica señal del raciocinio político y técnico que el Presidente ha debido implementar para administrar eficientemente la cosa pública. Sobre Seguridad Pública, Gobernación, el Organismo de Inteligencia del Estado y Educación, habrá que esperar las primeras acciones y resultados y principalmente, la idónea conducción que el recién juramentado mandatario haga de dichas carteras de Estado, vigilando que no se utilicen para fines partidarios e ideológicos y mucho menos de persecución política a dirigentes de la oposición.
Asimismo debe tenerse mucho cuidado con la Defensoría del Consumidor y la Superintendencia de Competencia, instituciones que han venido a ordenar el mercado y cuyos titulares han aplicado la ley con mucha firmeza y sin ninguna agenda contra determinadas empresas. Los agentes económicos y proveedores que cometan infracciones deberán ser sancionados sin reserva alguna; pero cada caso requiere un minucioso estudio, principalmente en el área de competencia, en el que las acciones arbitrarias de la autoridad pública deben ser sustituidas por una delicada combinación de la ley con los análisis económicos y donde el recurso humano bien formado es imprescindible.
Todos aquellos que creemos en un Estado de Derecho y en un país de oportunidades, estamos de acuerdo en terminar con los privilegios, la desigualdad, la corrupción y el despilfarro de las finanzas públicas. Asimismo, la promesa de una revolución ética y una reconstrucción moral de nuestro país, principalmente en lo relacionado a la institucionalidad democrática, es bienvenida por los ciudadanos que luchan día a día por un mejor futuro para sus hijos. El anuncio de un diálogo permanente con las fuerzas productivas, que incluyen por supuesto al sector laboral, a través de la creación del Consejo Económico y Social, es uno de los anuncios más alentadores de la recién inaugurada administración Funes. Debemos por tanto reconocer, que estas alusiones a temas de fondo, fueron un acierto del discurso presidencial.
Por el contrario, es lamentable que el señor Presidente no haya otorgado ningún mérito a un tan solo logro de las administraciones de derecha de los últimos veinte años. La semana pasada estuvieron en el país, tres connotados políticos chilenos; dos de ellos miembros de la Concertación que actualmente dirige Chile a través de la señora Presidenta, doña Michelle Bachelet, y uno de la coalición de partidos de derecha que muy probablemente lleguen al poder en las próximas elecciones, con su candidato Sebastián Piñera. Este último congresista, de derecha, reconoció que en los últimos veinte años, la Concertación, de izquierda, concesionó el sistema portuario, privatizó el sistema de agua potable, abrió la economía chilena al mundo y reformó de manera inteligente el sistema de pensiones e implementó un sofisticado sistema tributario para evitar la evasión; ¿entonces para qué queremos sacarlos del gobierno?, preguntó en son de broma el diputado de derecha; para que exista alternancia en el poder, que no se ha dado desde que la democracia se restableció cuando cayó Pinochet.
Si sus referentes serán Obama y Lula e indirectamente la Presidenta de Chile, con quien se reunió cuando fue candidato, el Presidente Funes no puede desconocer que si bien hereda un país complicado en las finanzas públicas, por una serie de factores internos y externos, también le queda uno donde existe libertad de expresión, disminución de la pobreza, infraestructura vial y hospitalaria de primer orden, un ordenamiento jurídico bastante sólido y una base empresarial pujante, que debe ampliarse permitiendo el desarrollo de los micro y pequeños empresarios, y que se ha visto favorecida de la apertura comercial, así como de las políticas sectoriales en áreas como el agro o el turismo. El nuevo mandatario no debe olvidar que él también será ex Presidente en cinco años, y aunque recibirá críticas por lo que no haya cumplido o lo que haya hecho mal, esperemos que podamos reconocerle la fuerza y el carácter que empleó para crear una nueva institucionalidad y un país más justo y solidario.
Efectivamente, no podemos equivocarnos señor Presidente, y esa afirmación tan simple, pero tan llena de significado, debe concretizarse en el gobierno de unidad que ofreció el día que las urnas le favorecieron a través del voto popular. No es con amenazas ni mucho menos con el rencor que todavía guardan algunos, que se conseguirá disminuir la pobreza y cumplir sus buenas intenciones de reinventar la función pública. Inclusive aquellos que no le concedieron su apoyo durante el proceso electoral, ahora le han otorgado un voto de confianza fundamentado en sus acciones durante el período de transición, en el que la moderación, sin eliminar su firmeza, presentaron un Presidente electo prudente, tranquilo y con un inteligente equilibrio entre lo que piensan los "amigos de Mauricio" y lo que quieren los dirigentes históricos del FMLN.
Califiquemos el primer discurso como lo que fue, un discurso político. Quedémonos con sus mensajes relacionados con el dinamismo económico, la generación de empleo y los programas sociales. Los salvadoreños queremos un Presidente que continúe transformando a la nación y no uno que, juramentado como Presidente de la República, inicie un revanchismo verbal, alejando la posibilidad que la oposición representada en ARENA, dude de sus sanas intensiones de mantener un clima de gobernabilidad que permite beneficiar a los más pobres y a los ciudadanos en general.
Mucho o todo lo que Funes menciona,promulga y planea es cosa buena. Eso esta a todas luces claro. El problema es que el sector economicamente mas poderoso de el pais ya sea por egoismo residente en la medula espinal o por puro temor ideologico siempre ha rechazado esas ideas tan solo por venir de la izquierda. Son uds los jovenes de derecha los que debeb y pueden hacer un pais mejor. Lo que hay que entender es que sin importar que color politico tenga el partido que gobierne, el pais se debe administrar con un nivel alto de etica, solidaridad y de espiritu de lucha contra la injusticia y la desigualdad. La derecha debe entender que pueblo somos todos y que el gobierno se debe a todos. Deben terminar con esa mentalidad de fieras vivianas que friamente se aprovechan del sufrimiento ajeno para acumular riqueza. Deben dejar de adorar la ganancia generada sobre niveles infrahumanos de vida de los demas. Deben aprender a valorar la ganancia incentivada por la creatividad pura, no interesada y mezquina, que por principio no es ni extensa ni efectiva sino mediocre. Las adminstraciones anteriores no se merecen la mencion de ningun merito. Si ud es honesto sabe que el pais es un desastre, se le vea por donde sea. Los resentimientos de algunos contra los otros son normales. Que se espera despues de todo lo que la derecha ha hecho en el pais?..una guerra tan cruel contra el pueblo solo por exigir mas democracia?..esas cosas no hay que olvidarlas. Esas cosas y muchas otras uds las tienen que seguir escuchando y entenderlas, darles significado en su contexto y uds deben de aprender de ellas para modernizar ese su partido que mas temprano que tarde volvera a gobernar. Mientras tanto deben uds de hacer oposicion madura y patriotica.Pero acuerdese que la patria es de todos, no solo de los que se auto-elevan por que han estudiado o por que tienen riqueza acumulada... de esa vergonzoza. Tambien los sufridos son nuestra patria y hay que ayudarles con respeto, sin quitarles la dignidad..sepuede...creame.
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