La gallina de los huevos de oro

 Escrito por Manuel Hinds. Viernes 30 de Octubre. Tomado de El Diario de Hoy.

El gobierno está cometiendo un error fatal al querer subir los ingresos tributarios a través de un apretón fiscal, que lo único que conseguirá será acentuar la depresión en la que se encuentra la economía. Los voceros del gobierno plantean la situación como si al subir los impuestos estuviera corrigiendo un enorme déficit fiscal heredado de la administración anterior.
La verdad es que, como se ve en la gráfica 1, el déficit se le ha ido a niveles enormes porque los ingresos fiscales han caído violentamente, mientras que el gobierno no ha disminuido suficientemente el ritmo de sus gastos. El déficit es el hueco que se va ampliando entre los gastos y los ingresos.

La pregunta es: ¿por qué han caído tanto los ingresos?

Hay dos posibles explicaciones: La primera es incompetencia de las autoridades tributarias al final del período presidencial pasado y principios de éste. La segunda es la crisis mundial, que ha disminuido la actividad económica y por tanto los impuestos que se recolectan de ella. Si la causa del problema es la primera, el gobierno debe aumentar su eficiencia, ya que con las leyes anteriores gobiernos anteriores recolectaron más. Si la causa del problema es la segunda, el gobierno debe enfocarse a recuperar el crecimiento de la economía. En ambos casos debería de ajustar sus gastos a la realidad de menores ingresos, protegiendo los gastos sociales pero eliminando el desperdicio que existe en todo gobierno.

La evidencia mostrada en la gráfica 2 apunta a que la causa del problema es la segunda. Como se ve en dicha gráfica, los ingresos fiscales han tendido a subir como porcentaje del PIB cuando la tasa de crecimiento de éste ha subido, y a bajar cuando el crecimiento de la economía ha bajado. Nótese que esto ha sido así no sólo en términos de dólares sino como porcentaje del PIB, es decir, los ingresos fiscales crecen más que proporcionalmente cuando la economía crece y caen más que proporcionalmente cuando la economía decrece. Así, por ejemplo, hasta agosto de 2009 la economía estaba cayendo un 2.5 por ciento con respecto a 2008, pero los ingresos fiscales habían caído en un 13.3 por ciento.

Esto sugiere claramente que para recuperar el nivel de ingresos del gobierno lo que hace falta es recuperar el crecimiento, para lo cual es necesario estimular la inversión en el país, el factor más importante para determinar el crecimiento en el corto plazo.

En vez de esto, el gobierno está tomando una serie de medidas que parecen calculadas para que la inversión se asuste, entre ellas una reforma fiscal dirigida a sacar más recursos del sector privado, introducida en medio de una crisis que ha reducido drásticamente la capacidad del sector privado de generar recursos.

Es claro que el gobierno todavía tiene que entender la verdad milenaria contenida en la fábula de los huevos de oro: que la base de unas finanzas públicas sólidas es una economía creciente. Al ignorar esta verdad de sentido común, el gobierno está condenado a repetir la historia de la fábula: va a matar a la gallina para apropiarse de todos los huevos futuros que pueda poner, sólo para descubrir que ya muerta la gallina no puede poner ningún huevo.