2011/02/20

LPG-Respaldos y relanzamientos

 El gobierno comienza esta semana una ofensiva internacional que le permitirá aumentar su presencia en el concierto de las naciones. El presidente Mauricio Funes realizará este miércoles y jueves una visita a su homólogo colombiano, Manuel Santos. Desde la Cancillería y la misma Presidencia se ha denominado esto como el relanzamiento de las relaciones comerciales entre El Salvador y Colombia.

Escrito por Luis Laínez.20 de Febrero.Tomado de La Prensa Gráfica.

Ya el sector privado, como en otros ámbitos, ha tomado la delantera, y tenemos a importantes empresas, tanto públicas como privadas, invirtiendo plenamente en el país, ya sea en el área de servicios (como la reciente compra que hizo Empresas Públicas de Medellín, EPM, de la Distribuidora DelSur), como en la banca y el turismo. El Grupo Roble, por su parte, ha liderado la incursión salvadoreña en Colombia, al realizar inversiones hoteleras.

Todo forma parte de la globalización y regionalización de capitales. Pero los gobiernos pueden trabajar en facilitar que las empresas y los ciudadanos tengan menos requisitos a la hora de invertir entre ambas naciones.

Unas semanas más tarde, El Salvador hospedará al presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Ya la diplomacia estadounidense aclaró que no es una visita regional, de modo que no estará ningún mandatario centroamericano. Solo Funes. Esta visita servirá para lanzar dos importantes iniciativas para El Salvador: BRIDGE (que ya fue firmada en septiembre del año pasado) y la Asociación para el Desarrollo (Partnership to Grow). Además, hay muchas posibilidades que se anuncie el segundo proyecto de infraestructura que se financiará con una donación de la Corporación Reto del Milenio (MCC, por sus siglas en inglés). Ya el primero, la construcción de la carretera Longitudinal del Norte, está en marcha, bajo la administración de FOMILENIO.

Entonces, uno puede pensar que el presidente Funes tiene muy buenos réditos internacionales. Lo recibe Santos en Colombia y recibirá a Obama en el país.

Ya pasaron 18 meses del gobierno. La expectativa del cambio y la transición poco a poco comienza a transformarse en la concretización de promesas de campaña. La principal sigue siendo una nueva forma de hacer política, y esto se traduce en la vigencia plena de la Ley de Libre Acceso a la Información. Gracias a las observaciones presidenciales, esta legislación no está vigente.

Debemos ver de forma más transparente cómo se administran los recursos públicos, pero también algunas decisiones trascendentales deben hacerse de forma diáfana. Como un pacto fiscal que implique aumentar los tributos, solo después de garantizar que se cobran todos los impuestos a todos los que deben pagar y que los fondos públicos se utilicen de manera eficiente, no para pagar activistas, ya sea en el Ejecutivo o en el Legislativo o la Corte Suprema.

También se requiere de un mecanismo claro y preciso en cuanto a la llamada “racionalización” del subsidio del gas (porque no era focalización, debido a que se aspira a que el 70% de la población tenga acceso). Hemos visto muchas indecisiones y cambios de formato, a continuación de “aclaraciones” del presidente.

El reconocimiento que el presidente recibe de otras naciones también debe servir para el provecho de los salvadoreños. Los ciudadanos también quieren reconocer que hay un buen gobierno, pero porque sea algo tangible y concreto, no mera propaganda.

Respaldos y relanzamientos

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