2011/02/20

EDH-Visión de retrovisor

Cristina López G.20 de Febrero.Tomado de El Diario de Hoy.

Aunque la visión que permite un retrovisor es de un beneficio invaluable, mientras se intenta sobrevivir en la ley de la selva, que puede llegar a ser el tráfico salvadoreño; la misma visión, fuera del ámbito del tránsito vehicular, y aplicada a otras actividades, es inútil. Lo triste es que es con visión de retrovisor el gobierno diseña las políticas y planes para el país: intenta avanzar en el desarrollo sin dejar de ver para atrás.

Es viendo para atrás que se justifican todos los problemas de la coyuntura nacional: "son herencias de los gobiernos anteriores", en vez de aprovechar la oportunidad de diferenciarse del pasado, haciendo una buena gestión y resolviendo los problemas.

Si los gobiernos anteriores no hicieron las cosas bien, ese precisamente debería ser el mejor incentivo para hacerlas diferente: aprobar finalmente una ley de transparencia que permita mayor fiscalización ciudadana y facilite la rendición de cuentas por parte de los funcionarios públicos, poniendo obstáculos a la corrupción.

"Es que así se ha hecho siempre", han comentado personas al interior de la Asamblea Legislativa, al comentarles sobre el absurdo que son las contrataciones disfrazadas de "plazas", de activistas partidarios. Continuar con una mala práctica por costumbre, o aceptar un mal sólo por el eslogan de que "así se ha hecho siempre", es convertirse en abanderados de la mediocridad e impulsadores del estancamiento y no del desarrollo.

Es visión de retrovisor el que las discusiones que deben existir entre los partidos para un adecuado balance del sistema democrático, se reduzcan al señalamiento de consignas de la guerra fría, y a ver en los otros partidos "enemigos", en vez de competidores, olvidando que el enemigo común debería ser la pobreza y el subdesarrollo.

Algunos de nuestros funcionarios parecen hacer uso constante de la máquina del tiempo para implementar el pasado, y no un pasado de éxito: es necedad el pretender, con argumentos sustentados únicamente en el fanatismo, implementar modelos antiguos que han probado su fracaso reiteradas veces (como la economía planificada por el Estado o la educación ideologizada) y esperar un resultado exitoso o diferente.

Es atarse al pasado y temer a la evolución sana que deben tener las ideas, la manera como se aferran a sus puestos funcionarios y dirigentes partidarios, cerrando las verdaderas puertas al relevo generacional y abriendo puertas falsas de participación para que los jóvenes sean cachiporristas y repetidores de consignas partidistas, sin tener verdadera participación o aporte en las decisiones.

Si bien es sabio aprender de los errores del pasado para no volverlos a cometer, es cometer un nuevo error el anclarse al pasado sin evolucionar, desaprovechando las ideas frescas y modernas tecnologías que las nuevas generaciones manejan con tanta agilidad.

Ejemplo de un triste anclaje en el pasado, es la iniciativa de que la Secretaría de Inclusión escoja como tema sobre lo que los jóvenes deben escribir para un concurso de ensayo: "Reescribiendo nuestra historia: Niñas y niños desaparecidos, memoria histórica y consolidación de paz", en vez de usar el concurso para abrir la visión de los jóvenes para crear un mejor futuro para el país.

El futuro no se encuentra en los temas que dividieron a la sociedad de una manera tan dolorosa, si no en descubrir aquellos puntos comunes que deben unirla y en acordar los compromisos que cada quien, sector público o privado, debe hacer para avanzar al desarrollo de manera sistemática.

elsalvador.com, Visión de retrovisor

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