La nota del día: La amplia derecha se basa en libertad y orden moral

No son admisibles dos cabezas ni justificables acciones en la sombra contra la corriente predominante

Editorial. Lunes 14 de Septiembre. Tomado de El Diario de Hoy.

Cada país define a su manera lo que es derecha, pero hay un consenso amplio sobre los principios básicos que la inspiran: defensa de las libertades individuales, Orden Moral y de Derecho, economía de mercado, separación de poderes y propiedad privada. Es derecha pero es también lo que separa de la barbarie a la civilización; es derecha pero es asimismo la garantía de que no va a imponerse una dictadura de cualquier signo político.
Es casi imposible que exista una democracia al margen de lo que es la tradición occidental; se puede diferir en la interpretación o los alcances del esquema, pero no en sus rasgos esenciales sin caer en graves contradicciones o violar lo que es más caro al intelecto y al espíritu.

Derecha, obviamente, es también el conjunto de prácticas, regulaciones, membresías y enfoques que dan cuerpo y vida a movimientos políticos concretos, o que forman la base amplia de opinión pública y votantes que le permite acceder a/y compartir poder. Hay una derecha que se identifica con ARENA y otra que apoya al PCN y al PDC; hay una derecha indiferente y hay derecha que no sabe que es derecha pero que reaccionaría de inmediato si sus libertades o sus modos de vida fueran amenazados. Eso es en parte lo que mueve las manifestaciones multitudinarias en Estados Unidos contra la pretensión de Obama de estatizar la salud.

Lo que se requiere para que haya una derecha fuerte, capaz de impedir que caigamos en un abismo totalitario, o la anarquía, es que al menos una parte de la población comprenda los beneficios de la vida en democracia y también conozca las amenazas. Bien se dice que las cosas sólo se aprecian en su correcta dimensión cuando se pierden, como sucedió a los cubanos y ahora a los venezolanos.

Hacer de lado los principios y tomar un rumbo pragmático, oportunista si se quiere, puede causar una debacle en la derecha, como sucedió por poco margen en marzo. La derecha es más una actitud y una participación voluntaria que una estructura burocrática, lo que es el caso de las izquierdas que se organizan jerárquicamente obedeciendo lo que está encima y mandando al que está debajo. El grave error de ARENA, como el partido abanderado de la derecha nacional, fue abandonar principios básicos, minimizar la pasión y la mística y articularse como una dependencia del Ejecutivo.

No caben dos reyes en un mismo territorio

La izquierda extrema no tiene principios sustentables por la razón y la moral, y se oriente como una estructura de poder político en la que los jefes supremos, el politburó, dictan ley y acciones. La derecha no puede seguir el ejemplo pues pierde su razón de ser exponiéndose además a sufrir descalabros. Al fundamentarse en la razón y guiarse por la libertad, la derecha está siempre comprometida a debatir, analizar opciones, buscar consensos; cuando un líder excluye al resto y se niega a escuchar, pierde su derecho moral a ese liderazgo. Está además en el deber de dimitir si sus decisiones fracasan, como es precisamente el caso de ARENA: no son admisibles dos cabezas ni justificables acciones en la sombra contra la corriente predominante. ARENA debe pedir al ex presidente Saca que deje el campo libre, que no continúe inmiscuyéndose en la dirección partidaria.