Alirio Montoya.16 de Mayo. Tomado de Diario Co Latino.
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El periódico “La Prensa Gráfica” en su portada de fecha 14 de mayo del año en curso la titula de la siguiente manera: “OTRO GOLPE DE SALA CSJ A PDC Y PCN”. En artículos precedentes he escrito sobre la labor de los medios de comunicación, los cuales, y muchos de ellos tergiversan la información a efecto de confundir al público lector. El editorialista debió etiquetar ese titular de otra manera, como debería ser, porque no es un “golpe” a esos partidos políticos cadáveres y ya putrefactos de no muy grata recordación, sino, una Resolución de la Honorable Sala de lo Constitucional apegada a derecho.
He de reconocer que al momento de enterarme qui enes eran los nuevos Magistrados de la Honorable Sala de lo Constitucional, sufrí uno de esos ligeros prejuicios que uno se forma de manera precipitada. Un Rodolfo González que para mí era de ignota trayectoria judicial, y un tal Belarmino Jaime, al parecer un abogado de los banqueros de este país. Con esa premisa pensé erróneamente que el Dr. Belarmino Jaime iba a actuar a favor de las minorías opulentas, es decir, en beneficio del bloque hegemónico del poder económico.
Pero todos esos prejuicios se me vinieron tumultuosamente hacia abajo cuando la Sala de lo Constitucional emitió la Sentencia favorable para el demandante Félix Ulloa, relacionada ésta con las candidaturas no partidarias y las listas abiertas y desbloqueadas. Dicha Sentencia la releí en varias ocasiones y de manera integral como lo manda una resolución de esa naturaleza: Constitución, Código Electoral, Convenios Internacionales y doctrina en esa materia. Fue una resolución de lujo.
De inmediato, nos enteramos que hubo una filtración de información con relación a esa resolución. La Asamblea Legislativa –el Órgano Legislativo del Estado más desprestigiado según opinión de la gente- de forma amañada se adelantó con ciertas reformas para tratar de contener o revestir por adelantado esa Sentencia mediante artilugios y candados jurídicos. Hubo por supuesto un pataleo por parte de las cúpulas partidarias porque el negocio se les iba de las manos. Ahora las prebendas serán mínimas.
Posteriormente, esta misma Sala emitió otra Sentencia que tenía que ver con el artículo 191 del Código Penal, el cual era un manto de impunidad en el cual se refugiaban algunos medios de comunicación para difamar e injuriar a muchas personas. Perfilaban y encartaban a personas como contrabandistas, evasores de impuestos, secuestradores, traficantes de armas y narcotraficantes de una terrible peligrosidad. Últimamente se ha conocido de la segunda parte de un caso de narcotráfico que estaba revestido de ciertos componentes novelescos, cuyo autor –muy brillante por cierto- se ha trasladado misteriosamente hacia los Estados Unidos. El guión se le vino abajo hace poco con una lúcida resolución del Juzgado 7º de Paz de la ciudad capital. Habría que esperar la autenticidad de la primera parte de esa novela.
Con el 191 del Código Penal se defraudó e incriminó a muchas familias; pero a la vez al Diablo lo hacían Dios y a Dios lo hacían Diablo con una fineza espectacular; pero era el 191 el que les allanaba el camino. Sin embargo, esa Sentencia vino a poner en orden ciertas cosas en el espectro periodístico salvadoreño. Ahora se debe investigar más, se debe tratar en la medida de lo posible de ser o al menos aparentar la objetividad en cuanto a la información que la gente está sedienta de saber, sobre todo se debe respetar la dignidad de las personas. Esa Sentencia ha venido a reducir esas prácticas denigrantes para la persona humana y también de igual forma para las personas jurídicas.
Recientemente, esta Sala, que vale decir y reconocer que es la institución más prestigiosa de este país en toda la historia de nuestra empobrecida y corrupta institucionalidad, emitió otra Sentencia en donde hacía ver la ilegalidad e inconstitucionalidad del “salvataje” enfocado a que el PCN y el PDC no desaparecieran como formaciones políticas tal cual manda la ley, ya que no alcanzaron el tres por ciento que la norma jurídica en materia electoral exige. No obstante, las cúpulas de esos partidos se resisten a dejar de existir, se aferran a mantener los mismos colores, nombres, lemas y simbología; lo cual viene a desobedecer lo que la Sentencia de la Sala ordena. Tales resoluciones son de obligatorio cumplimiento y no admiten recurso alguno.
La última resolución de la Sala es en cuanto a la elección ilegal de dos Magistrados del Tribunal Supremo Electoral. Nos referimos al señor Julio Moreno Niños y Óscar Morales Herrera, del PCN y PDC, respectivamente. El artículo 208 de la Constitución es bastante categórico al establecer que aquellos partidos que no participaron en la última elección presidencial no tienen derecho a proponer Magistrados para el tribunal colegiado electoral. Pero como en este país lo que impera es la ilegalidad, la derecha política se coludió para nombrar a estas dos personas como Magistrados del TSE para que accionaran a favor del partido de la vieja oligarquía, ARENA.
A manera de cierre, no es en modo alguno un “Golpe” al PDC y al PCN; es como repito, una serie de resoluciones apegadas a derecho. Creo que la casa se ha empezado a limpiar como debe ser: de arriba hacia abajo. Naturalmente existen otras leyes y nombramientos que violan la Constitución de la República, aunque es de señalar que son temas escabrosos tanto para la izquierda como para derecha partidarias. Pero “la ley es la ley” decía un mi profesor en la universidad estatal.
Se corre el rumor en los salones y pasillos de la Asamblea Legislativa de tratar de rotar lo más pronto posible a estos cuatro Magistrados porque representan un peligro para los intereses fácticos que controlan este país; y en el peor de los casos abrirles un antejuicio, y todo por resolver en base a derecho. Como soñador que soy desearía que estos cuatro Magistrados ocuparan la presidencia de los restantes Órganos de Estado. Uno presidente de la Asamblea Legislativa, otro presidente del Ejecutivo y otro muy probable y necesariamente presidente de la Corte de Cuentas. El Dr. Belarmino Jaime seguiría en su cargo. De darse un caso así en este pequeño país las cosas se ordenaran.
No pretendo bajo ninguna circunstancia divinizar a estos cuatro Magistrados, pero la finalidad de estas líneas van encaminadas a reconocer la probidad y ecuanimidad de cuatro funcionarios públicos que no les ha temblado el pulso para tratar de ordenar las instituciones de este Estado corroído por la corrupción.
E-mail: fredyalmontoya@hotmail.com
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