2011/02/19

LPG-Suicidios, motivos y opción

Escrito por Eduardo Rohde Schell.19 de Febrero.Tomado de La Prensa Gráfica.
erohdesch@yahoo.es

Son preocupantes los índices de suicidios que se dan en El Salvador, los cuales no reciben de las autoridades la debida atención para enfrentar el problema con un programa preventivo.

La Unidad de Estadísticas de Medicina Legal reveló que la cantidad de personas que se quitan la vida es impresionante. Años con cifras récord: 2003, con 855 casos y, en 2004, fueron 671 fallecidos, en su mayoría hombres. Pero datos del Hospital Siquiátrico Dr. José Molina Martínez, indican cifras mayores y que la proporción se inclina al sector femenino por razones de índole económica y familiar.

Medicina Legal es explícita en las causas del suicidio: alcoholismo, conflictos de pareja, depresión, enfermedades siquiátricas, físicas, problemas financieros y embarazos no deseados. Y que los suicidas recurren a sustancias tóxicas (fotoxin, gramoxone, lacnate, etcétera) y ahorcamiento y armas de fuego.

Científicos y expertos de la OPS han indicado que los casos de suicidios no solo en El Salvador, sino en Latinoamérica, crecen a causa de la crisis socioeconómica que abate a la región; que una cuarta parte de la población adulta sufre, en algún grado, de malestares sicológicos. Derivado de ello, se han incrementado las enfermedades cardiovasculares.

En nuestro país las autoridades del ramo de Salud deben atender, con mayor empeño, estos indicadores. Profesionales de América Latina expresan que la situación socioeconómica de la región incide en el incremento de las enfermedades mentales, el problema cobrará mayor dimensión a menos que los gobiernos dediquen más esfuerzos para mejorar las condiciones de la población. Las precarias limitaciones económicas son causantes indirectamente del aumento de los casos, porque provoca ansiedad y desmoralización en los estratos más necesitados.

Ha contribuido al agravamiento del problema en el sector juvenil y, por ende, el estudiantil, el acoso de las pandillas; el cual se extiende a todo el grupo familiar. La violencia en sus comunidades es un factor permanente que perturba sus vidas.

Hace años, como un esfuerzo muy particular, la asociación AGAPE habilitó un sistema de teléfono abierto, permanente, llamado “teléfono de oración”, para proporcionar ayuda espiritual a las personas con crisis emocionales, quienes, en buena proporción, recurrían al suicidio.

Ese servicio podría retomarse y organizar una oficina, integrada por sacerdotes, pastores, sicólogos, trabajadores sociales, que con teléfonos específicos ofreciesen no solo consejería, sino enlaces con entidades de apoyo para la solución de situaciones diversas.

Serían teléfonos de atención ágil, porque en esos casos, el tiempo tiene un papel importante. Es valioso el servicio 911 de la Policía Nacional Civil aunque es abusado por muchos. Durante 2010 se recibieron 2,037,000 llamadas; un 75.56% falsas.

Cuántas personas, especialmente jóvenes desorientados, se favorecerían con estos teléfonos de consejería. Este equipo de trabajo podría apoyarse, para un mayor alcance de la campaña, con medios tradicionales: prensa, radio, televisión y de recursos modernos, como lo son el correo electrónico y el Facebook.

Escuchar a esas personas y tratar de disuadirlas en sus propósitos significaría concederles una segunda oportunidad para rehacer sus vidas y enfrentar el futuro.

Suicidios, motivos y opción

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