Comentarios mas recientes

2011/02/20

LPG-Ética política, términos contradictorios (2/2)

La ética política es ética aplicada y, desde la perspectiva de su aplicación, la ética debería ser entendida como el impulso del buen hacer y el rechazo de lo que está mal hecho. Si pensamos en el hacer político, habrá que decir que la ética es el impulso de la buena política y la crítica de la mala política. Si es difícil determinar en qué consiste la buena política, no lo es tanto decir en qué se está equivocando la política, cuando incurre en maldades.

Escrito por Ernesto Rivas Gallont´.20 de Febrero.Tomado de La Prensa Gráfica.

De una parte, la política es mala si utiliza procedimientos y medios impropios para fines supuestamente justos y democráticos. La mala política es, en una palabra, la política corrupta. También es mala la política que no se dedica a combatir el mal del mundo: la corrupción, las injusticias, los privilegios, la violencia, la discriminación, el terror.

Si aplicamos esos conceptos a nuestro ambiente, rápidamente nos daremos cuenta cómo en El Salvador la política y la ética ocupan planos muy divergentes uno del otro, si es que el segundo existe.

¿Y con respecto a la moral? Hay quienes piensan que lo político (maquiavélico) y lo moral (virtuoso) son órdenes diferentes. Lo primero tiende a lo hábil y sagaz para alcanzar ciertos fines y lo segundo a la bondad.

La “economización” de todo ha hecho que la utilidad a corto plazo y la necesidad económica hayan reemplazado las exigencias de la verdad y de la ética. Así cunde el cinismo y la confusión entre verdad-mentira. No es fácil determinar qué es cierto y qué no, qué es sano y qué es corrupto. Y la mayoría de los políticos permanecen inmersos en esa maraña.

¿Hay salidas? Posiblemente. Se trata de una apertura de la política a facilitar el camino a un horizonte diferente y emancipado del yugo económico. Es un “refundar la política” y dar vida a lo emergente, sobre todo, a la nueva fuerza de la sociedad civil. Desde allí animar una ética global de mínimos que, animada por lo que queda del Estado, haga posible un resurgir del ciudadano que exige seguridad y unos valores esenciales que le permitan saber a qué atenerse en su vida diaria.

¿Es posible una conexión entre política y ética? No se puede disociar a la manera de Maquiavelo lo político de lo moral. En la historia las enseñanzas de esta separación han sido crueles y aún no del todo aprendidas.

Hoy día, sin embargo, el problema es mayor, pues no se trata solo de aceptar esta doble moral que distingue entre sagacidad y bondad. El mal más grave que golpea a la política es el ignorar la ética para lograr beneficios propios, es valerse de sus posiciones para hacer prevalecer su voluntad sobre la de los ciudadanos y creerse inmunes como escudo protector de sus fechorías.

Una política que desde una “refundación” promueva la institución de principios éticos en el Estado es una urgencia. Libre de lo que hoy le ata y de desacredita, capaz de ir más allá de toda hipocresía servil, la política tendrá que levantarse para elevar la temperatura ética de nuestro mundo de hoy.

Vea hoy mi blog, http://netorivas.blogspot.com

Ética política, términos contradictorios (2/2)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.