Comentarios mas recientes

2011/02/18

La Página-El fútbol, vivero de políticos... a la caza de candidatos y de equipos (III entrega)-Diario digital de noticias de El Salvador

  Lea mañana como se llenan las planillas para concejos municipales

Escrito por Jaime Ulises Marinero.18 de Febrero. Tomado de Diario La Página.

 

Cuando se carece del suficiente carisma para ser líder, una de las mejores formas de contrarrestarlo es a través de ser dirigente de un equipo de fútbol, eso lo saben muchos diputados, alcaldes y aspirantes a incursionar en las lides partidarias.

De los diez actuales equipos de fútbol, al menos cinco han estado ligados a dirigentes o funcionarios políticos; así Águila estuvo ligado al alcalde Will Salgado; Atlético Balboa al ex alcalde de San Alejo Andrés Gómez, al actual diputado Miguel Ahues y a otros políticos pecenistas y areneros; Luis Ángel Firpo al ex alcalde usuluteco, el pecenista Sergio Torres Rivera; Isidro Metapán al actual alcalde Juan Umaña y antes al fallecido alcalde Gumercindo Landaverde; y Once Municipal al ex candidato a diputado Adalid Magaña.

Otros equipos que han estado en la primera división como el Chalatenango, el Municipal Limeño, el San Luis, el Juventud Independiente, el Independiente, el Nejapa y otros también han tenido dirigentes inmersos en el mundo de la política.

En la segunda división, de los 22 equipos de fùtbol, 16 están ligados a dirigentes deportivos que son políticos y de la tercera división; mentras que de los 29 equopos de tercera división, 22 son regenteados por funcionarios o políticos.

El sociólogo Carlos Flores explica esa relación en términos de la idiosincracia salvadoreña al vincular entretenimiento con agradecimiento, en el sentido de que se vive agradecido con quien le genera entretenimiento a la ciudadanía, en tal sentido quien dirige un equipo de fútbol se vuelve, sin tener las condiciones ni las cualidades necesarias en un líder, de lo cual se aprovechan los partidos o los mismos políticos para incursionar en las dirigencias.

Eso no suele ocurrir en las grandes ciudades, en el caso de la capital, donde los equipos son dirigidos por empresarios desligados de la política partidaria, pues el nivel de entretención ciudadana es otro y los ciudadanos no se identifican con dirigentes.

Algunos partidos más que otros se aprovechan de la “cultura futbolera” del salvadoreño para apostarle a incursionar al fútbol para mantener liderazgos que de otra forma no fueran tan sólidos o no existieran.

El partido más involucrado con los equipos de fútbol es el Partido de Conciliación Nacional (PCN), aunque todos lo hacen, especialmente cuando son gobierno local. En los municipios, el equipo, generalmente en segunda o tercera división, es la representación deportiva local, por eso es que, incluso, hasta patrocinan desde las alcaldías a los equipos y algunos hasta asumen como municipal el pago de planillas de jugadores y técnicos.

Ser presidente o directivo relevante de un club de tercera, segunda o primera división, puede llegar a generar simpatías, si el equipo marcha bien, o antipatías si el cuadro sufre una debacle, tal como ocurrió con Águila en las temporadas pasadas cuando el actual alcalde migueleño Will Salgado asumió la presidencia en calidad de propietario. Al lograr apenas dos subcampeonatos, siendo el equipo mejor reforzado y con a afición más grande del país, el efecto de incremento de liderazgo fue lo contrario. Salgado comenzó a manejar el equipo como que si fuera una sucursal de sus negocios y hasta sometía al escrutinio público algunas decisiones en torno al equipo, lo que llevó a despedir a jugadores emblemas como Rudys Corrales.

“Era obvio que Salgado al utilizar su facebook para discutir con sus seguidores sobre decisiones dentro del equipo pretendía dar una imagen de alguien que consultaba, pero el efecto fue diferente. Si alguien no puede con un equipo de fùtbol, difícilmente puede aspirar a algo más de lo que actualmente desempeña”, dice el comunicólogo Rolando Cortez.

Finalmente Salgado se deshizo del equipo al cederlo y, según Cortez, con el tiempo le pasará factura negaiva en sus liderazgos, toda vez que los demás partidos o contendientes políticos sepan  vincular un fracaso dirigencial deportivo con un quehacer político.

Otros como el ex alcalde de San Alejo, La Unión, Andrés Gómez, en su momento el alcalde mejor pagado del país, con un salario superior a los 8 mil dólares, le apostó a ser el presidente de Atlético Balboa de La Unión, a fin de garantizar su “renta de liderazgo” el cual se vio mermado cuando el equipo comenzó a obtener malos resultados.

Y es que no basta con meterse a ser dirigente de equipos para consolidad los liderazgos. Hay que hacer de ese equipo una institución exitosa, tal como en su momento lo hizo el empresario Sergio Torres Rivera que sacó a Luis Ángel Firpo de la línea mediocre para convertirlo en el más exitoso de la década de los 90, situación que fue visualizada por el PCN que lo postuló a la alcaldía de Usulután, la cual ganó con suma facilidad.

En el caso de Atlético Balboa, muchos de sus dirigentes llegaron con el fin de ganar notoriedad para luego lanzarse como candidatos a alcaldes o diputados en diferentes municipios, tal es el caso de Noel Benítez que se lanzó como candidato pecenista para San Pablo Tacachico, en el departamento de La Libertad. Perdió las elecciones porque los oriundos de ese municipio no eran aficionados al Balboa.

El actual diputado de GANA, Miguel Ahues, fue el médico oficial del Balboa, labor que desempeñaba de manera voluntaria y que por supuesto le sirvió para “consolidar” su “liderazgo”.

En el caso de Once Municipal, el equipo fue ascendido bajo la presidencia de Adalid Magaña, un empresario que, incluso, se le ligaba a acciones fuera de la ley, pero que como presidente del club desvaneció esos rumores y el PCN hasta lo buscó para candidato a diputado. Cuando el equipo se vino abajo y descendió, toda aspiración política de Magaña se vino abajo.

El Isidro Metapàn ha estado lugado, también al PCN. El fallecido ex alcalde Gumercindo Landaverde asumía el pago de planillas y el equipo alcanzó un éxito mediano. Con el actual alcalde Juan Umaña como principal dirigente el cuadro se ha convetido en e más éxitoso de la década pasada y es casi seguro que el PCN tiene garantizada la reelección en la comuna metapaneca.

Políticos como René Canjura, ex alcalde durante varios períodos de Nejapa, aprovecharon la idiosincrasia nacional para sumarse al rol de dirigente deportivo y durante el tiempo que el Nejapa estuvo en primera división, fue su presidente, aprovechandose de fondos municipales para, incluso, pagar planillas de jugadores. Los malos resultados lo llevaron a perder credibilidad.

Malos resultados... puntos menos en los liderazgos

Cuando Héctor Silva era alcalde capitalino San Salvador tuvo al Municipal, como equipo representativo del municipio. Silva manifestó su apoyo al club, pero nunca se mostró como rostro visible de la dirigencia, porque asesorado, entendió que se podría vincular su liderazgo al desempeño del club, aunque los capita.inos no se identificaba con el equipo, pues los suyos son Alianza y Atlético Marte. Hoy también la Universidad de El Salvador.

Otros alcaldes como el de Chalatenango, Rigoberto Mejìa; el de San Juan Opico, Romeo Barillas; el de Apastepeqe, Juan Pablo Herrera, y otros se han ligado al fútbol en su calidad de funcionarios o lo han utilizado para llegar a postularse.

“Cuando vamos a un municipioa buscar candidatos a concejales para que acompañen a nuestros aspirantes a alcaldes, siempre buscamos a alguien ligado al fútbol”,acepta un dirigente pecenista. Los mismo aceptan dirigentes de ARENA, PDC, FMLN y ahora GANA. En los pueblos quien organiza un torneo de fútbol se convierte en un líder que gana notoriedad y por consiguiente posibilidad de votos. Eso lo saben los alcaldes, como sucedió con Medardo Alfaro, que siendo alcalde de Zacatecolua tomó las riendas del histórico Platense. Cada derrota del cuadro plateado equivalía a ofensas contra su persona y a pérdida de credibilidad.

Lo malo es que son “liderazgos momentáneo” ligados a los resultados o viceversa, resultados ligados al buen momento político, por lo que generalmente esos equipos no son exitosos.

Los clubes que dependen de funcionarios político tiene éxitos momentáneos, porque repentinamente tiene “baches” ligados a decisiones políticas y algunos hasta desaparecen o se mantiene en los niveles bajos.

Lo peor que le puede pasar a un alcalde o un diputado o candidato a determinado cargo, es que durante su administración dirigencial un equipo descienda o, pero aún, que desaparezca. Ya ha pasado y siempre los costos políticos se reflejan en las urnas.

A pesar de las circunstancias los partidos políticos saben que para llenar las planillas de candidatos a concejales, para buscar a aspirantes a alcaldes, inclusive para llenar planillas de candidatos a diputados suplentes, hay que buscar en el mundo de la dirigencia deportiva, especialmente del fútbol... el deporte de las mayorías.

Diario digital de noticias de El Salvador

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.