La propuesta del "desarme total", un desarme que iniciaría, seguiría y terminaría con los honestos, puede convertirse en el preámbulo del Estado policial
16 de Febrero. Tomado El Diario de Hoy.
En los países del Segundo y Tercer Mundos los desarmes totales, rigurosos y vigilados, dejan a tres grupos con armas: a las autoridades, a los hampones y a la policía política. Los armados más peligrosos e implacables son los cuerpos represivos, los matones de Mubarak, los tonton macoutes de los Duvalier de Haití, las SS de los nacionalsocialistas de Hitler.
La muy poco pensada propuesta de "proceder a un desarme total para combatir la delincuencia" viene dando vueltas desde hace años, sin que se responda a la pregunta más lógica que se puede hacer, a saber:
¿Hay algún caso de pequeño, mediano o gran empresario que haya cometido delitos con armas de fuego? Igualmente: ¿Se sabe de profesionales, ejecutivos de empresas, propietarios de casas, agrodindustriales, comerciantes establecidos, constructores, dueños o administradores de restaurantes, docentes de universidades privadas, maestros de colegios, cosmetólogas, maquillistas, costureras y personas que trabajan con honestidad en lo suyo, que hayan asesinado, asaltado o agredido personas con armas de fuego?
No los hay y si los hubiera, son casos excepcionales, más atribuibles a desórdenes mentales o crímenes de pasión, que a usar armas de fuego para robar, secuestrar, extorsionar o "ajustar cuentas" al estilo de los hampones.
Es asimismo válido preguntar si las autoridades que están pidiendo "el desarme" creen que además de quitarle al dueño del negocio su escopeta ¿lograrán hacer lo mismo con las bandas criminales, los extorsionistas, los cuatreros y estructuras como Los Zetas, o a un nivel menor, los grupos que se entrenan con AK47, que fueron fotografiados hace algún tiempo?
Como contrapartida, muchos empresarios, dueños de negocios, transportistas, buseros y personas que se ganan la vida trabajando de sol a sol, han sido asesinados, lesionados y agredidos por hampones que usan armas de fuego, como también mueren y son víctimas de ataques con cuchillos, machetes, cadenas, garrotes y toda clase de objetos cortopunzantes utilizados por criminales. Los individuos que asesinaron de la manera más atroz a la familia Torres no los agredieron a balazos, lo que habría significado una muerte infinitamente más piadosa para ellos.
Del desarme al Estado policial
Es válido preguntar, asimismo, si los que propugnan desarmar a los honrados piensan que en adelante, para proteger a sus familias, sus personas y su vivienda ¿van los honestos a aperarse de cuchillos, trabucos, machetes, picahielos, garrotes, varillas de hierro, piedras, puñales y armas de ese estilo, que además no saben usar y pueden ser utilizadas en su contra?
¿Han sabido los señores policías si las dueñas de tiendas, los motoristas y cobradores, los pequeños comerciantes, los muchachos que repartían agua, Estrellita y su compañera, el estudiante que fue asesinado por Jonathan y la gente honesta a la que los extorsionistas matan a mansalva, repelieron el ataque a balazos? ¿Les encontraron arma alguna?
La propuesta del "desarme total", un desarme que iniciaría, seguiría y terminaría con los honestos, puede convertirse en el preámbulo del Estado policial donde la gente queda a merced de los matones políticos, de las requisas a los hogares, de los interrogatorios sin término, de las largas condenas de cárcel por hablar contra el Mubarak de turno. Y Mubarak, hay que decirlo, es un ángel en comparación con los hermanos Castro.
Un desarme total opera en beneficio de hampones y de las policías políticas.
elsalvador.com, ¿Cuántos crímenes comete la gente honesta en el país?
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