Por José Manuel Ortiz Benítez (Salvadoreños en el mundo).07 de Octubre. Tomado de Simpatizantes del FMLN.
“No quiero herir sensibilidades” declinó el ex presidente de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador, Don José Domingo Méndez, a un entrevistador en línea. Fue un gesto elegante de un caballero de la tercera edad, con la energía de un adolescente.
Yo tampoco quiero herir sensibilidades, pero quiero entrar en el detalle de la verdad.
No estamos ante un choque institucional, como algunos quieren proyectarlo, estamos ante un choque entre personas reales, particularmente entre los 4 nuevos miembros de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y tres partidos políticos específicos dentro de la Asamblea Legislativa: ARENA, PCN y PDC, que forman una alianza de poder, dinero y conveniencia desde hace ya más de 20 años.
La Corte Suprema de Justicia de El Salvador no ha dado ningún giro hacia ningún lado. Son 4 tipos de carne y hueso los que están arriesgando el pellejo para arrastrar a la Corte Suprema de Justicia fuera del lodo, la corrupción y la podredumbre institucional que ha caracterizado esta deshonrada institución salvadoreña desde su creación.
Por una vez en la historia, tenemos en El Salvador las tres patas de la Democracia –las cuatro si incluimos los medios de comunicación – jalando cada cual para su propia dirección.
¿Cuándo fue la última vez que los salvadoreños tuvimos a los tres –o cuatro– poderes del estado trabajando en su propia agenda, desde la independencia, como manda la Constitución? Nunca. Siempre hubo un matón, acorazado por otros matones, mandando a nuestro alrededor.
Luego estamos, dentro del caos político habitual, en el momento más sano de nuestra tímida Democracia, si entendemos por Democracia los pesos y contrapesos de las instituciones de poder que establece el estado. Los 4 miembros de La Sala de lo Constitucional, no La Corte Suprema de Justicia, están colaborando a construir más Democracia que nunca para nosotros, los salvadoreños de a pie, los ciudadanos llanos y rasos.
Pero hay personas que creen que la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia –que por una vez en la vida brilla con luz propia– está viciada y conspirando fuertemente contra la patria que nos vio nacer.
Los tres partidos políticos– en el poder los últimos cincuenta años, PCN 1960-1979, PDC 1984 –1989, ARENA 1989, 2009– son los que ven una clara estrategia de conspiración en 4 de los 15 magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
Los 4 caballeros, José Belarmino Jaime, Florentin Meléndez Padilla, Edward Sidney Blanco y Rodolfo Ernesto González Bonilla, fueron electos magistrados de la Sala de lo Constitucional por unanimidad en julio de 2009 por la misma Asamblea Legislativa que ahora los quiere ahorcar.
Estos 4 magistrados han votado resoluciones sonadas con las que han puesto punto y final a una era de corrupción y sumisión política de una de las 4 patas de nuestra Democracia: la Justicia.
Los señores de los medios de comunicación, concretamente los amigos Enrique Altamirano, dueño de El Diario de Hoy, los hermanos Dutriz, dueños de la Prensa Gráfica y Boris Eserski, dueño de los canales 2, 4, 6, que juntos controlan cerca del 80 por ciento de la prensa escrita y el 90 % del mapa televisivo a nivel nacional, respectivamente, han unido sus fuerzas con los partidos ARENA, PCN y PDC para hacer política activa, desde sus salas de redacción, en contra de los 4 hidalgos de la Sala de lo Constitucional.
Aparte de la afinidad ideológica, la campaña mediática de los medios de comunicación tiene otra razón: dos de las resoluciones de la Sala de lo Constitucional han afectado los intereses directos de La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy, dos medios de gran trayectoria en nuestro país.
Como reacción, los medios de comunicación, de manera premeditada, crean todas las semanas –por ponerlo levemente– “información ladeada” en contra de José Belarmino Jaime, Florentin Meléndez Padilla, Edward Sidney Blanco y Rodolfo Ernesto González Bonilla.
Cada vez que hay una discusión o riña interna en la Corte Plena, la única versión que se escuchará en los medios de comunicación será la del Sr. Ulises del Dios Guzmán, un magistrado del régimen anterior que se niega sistemáticamente a recortar el exceso de beneficios, compensaciones y comodidades corporativas acumuladas en la Corte en los últimos 20 años.
El señor del Dios Guzmán, en desacato directo al acuerdo de austeridad alcanzado en Corte Plena, se niega a entregar su segundo vehículo oficial, el uso ilimitado de vales de gasolina y sus distintos teléfonos celulares, algo meramente anecdótico, pero que dice mucho del perfil del Sr. Guzmán.
El Sr. Guzmán es el magistrado que lidera un frente interno en la Corte contra los 4 miembros de la Sala de lo Constitucional. El honorable magistrado actúa como suministrador oficial de información para que los medios de comunicación puedan procesarla y utilizarla en contra de los 4 magistrados que componen la Sala de lo Constitucional. “Topo” sería la palabra adecuada si estuviéramos dentro de un film de conspiración.
Del Dios Guzmán lo hace no sólo por afinidad ideológica, a la cual tiene todo el derecho del mundo, sino también por codicia, un síndrome que le afecta de manera especial: adora el dinero, los viajes, la comodidad, la ostentación institucional y la función promocional del ”yo” la encuentra fascinante.
Pero los ataques a los 4 Fantásticos, como dice un distinguido columnista, no vienen solo de los medios y los magistrados del régimen anterior. También hay una guerra invisible que se cocina en el interior de la Asamblea Legislativa.
En está guerra invisible están 3 figuras: Francisco Merino, del PCN, Mario Valiente, de ARENA, y el más prominente y mediático de todos, el Sr. Rodolfo Parker, secretario general del PDC y apoderado legal de El Diario de Hoy.
La Asamblea Legislativa, mejor dicho, el PCN, PDC y ARENA, emplean sus energías a fondo para desacreditar a la Sala de lo Constitucional, sobre todo, después del fallo de las candidaturas independientes y las listas abiertas.
Dicen, sus Distinguidas Señorías que, con el fallo que permite las candidaturas independientes y las listas abiertas, la Corte ha tirado por la borda nuestra Constitución, concretamente su artículo 85 que dice literalmente: “El sistema político es pluralista y se expresa por medio de los partidos políticos, que son el único instrumento para el ejercicio de la representación del pueblo dentro del Gobierno.”
El artículo 85 es “generalista” y no entra en la puntualización de prohibir expresamente las listas abiertas y/o las candidaturas independientes o por lo menos así lo han interpretado los 4 de la Sala de lo Constitucional, que es la última instancia en el arte de interpretación de nuestras leyes soberanas.
La Asamblea Legislativa, mejor dicho, los señores Francisco Merino, Mario Valiente, Rodolfo Parker y otros diputados, sin embargo, sostienen, al día de hoy, que esa interpretación es “incorrecta”, por no decir “conspiradora” contra los ciudadanos.
La Asamblea Legislativa puede gastar nuestro dinero hasta el infinito invitando a expertos juristas a reflexionar todas las tardes sobre sí lo que han interpretado los 4 magistrados de la Alta Corte es constitucional o no, pero lo que digan los diputados y sus invitados no tiene ningún valor porque la Asamblea Legislativa no está para interpretar la constitucionalidad de las leyes, sino para crearlas y acatarlas.
Los diputados insisten en que se ha violentado nuestra Constitución y ahora se han buscado un aliado: la Corte Centroamericana de Justicia, donde quieren mandar al juicio final a los 4 magistrados.
La guerra está servida. Quieren destruir a los 4 Fantásticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.