“El FMLN está en el poder y dice con claridad lo que quiere. ARENA es un gran contrapeso, no suficiente. Se necesita una masa crítica importante no partidaria que ayude a conformar nuestro futuro.”
Escrito por Rafael Castellanos.12 de Octubre. Tomado de La Prensa Gráfica.
El aniversario del FMLN, ahora en el poder y diciendo claramente qué pretende hacer, amerita examinar pasado, presente y preguntarnos sobre nuestro futuro. Si bien no es el único actor grande (el otro es ARENA), es determinante que la sociedad no partidaria tenga una masa crítica suficiente para ayudar a conformar nuestro futuro, en la encrucijada más importante de la historia reciente.
El movimiento FMLN cumple 30 años como organización guerrillera, el partido político nació en el 92 con los Acuerdos de Paz. La de hoy no es la identidad del inicio, cuando 5 movimientos guerrilleros se unieron en el 80, las FPL, escisión del partido comunista, la más fuerte; el ERP, el segundo más importante militarmente, nacido de jóvenes demócrata cristianos y social demócratas; la RN, escisión del ERP; el PRTC y el Partido Comunista (PC), el más pequeño, que se unió al final, pues creía más en llegar dentro del sistema, que por la lucha armada.
En ese camino están ahora.
Las diferencias eran grandes, los unía un propósito, derrocar al régimen, cambiar un sistema que representaba el status quo y establecer un gobierno incluyente, plural, con libertad, aunque cada cual interpretaba eso a su manera.
Los únicos marxistas duros eran el PC y algunos de las FPL. Los demás una mezcla de estudiantes soñadores, campesinos, jóvenes de clase media educados en colegios católicos, románticos, aventureros y quienes se sumaban por emoción o reacción. Una composición ecléctica inspirada en los sandinistas y Cuba.
Cuando el FMLN se convierte en partido político para integrarse a la democracia, era difícil predecir cómo se desarrollaría, el grupo era tan diverso...
Muchos tuvieron vocación por la lucha armada, pero no por la política, creyeron que ya habían cumplido, no fueron tomados en cuenta o ya no eran útiles y se fueron retirando.
Los únicos disciplinados, que desde 1929 trabajan organizadamente para implementar su proyecto, son el Partido Comunista, que fue poco a poco desesperando y depurando a los que no se alinean, ahora son dueños absolutos del partido.
Muy temprano salieron Joaquín Villalobos, Ana Guadalupe Martínez, y la mayor parte del ERP, siguieron abandonando decepcionados o siendo purgados figuras emblemáticas, de la RN, intelectuales íntegros con visión moderna de izquierda, como Salvador Samayoa, Eduardo Sancho, Francisco Jovel, Facundo Guardado...
El Frente podría haber ganado la elección de 1999 si hubiera llevado de candidato a Héctor Silva, un moderado, pudo suceder un fenómeno similar al de Funes. Pero no quisieron, le montaron una campaña sucia y sectarista atroz. Habría llegado una izquierda más democrática. Los siguientes gobiernos de ARENA, especialmente el último, no habrían cometido los abusos que cansaron, ARENA se habría fortalecido como oposición, quizá ya tendríamos la segunda alternancia, perfeccionado la democracia. Pero hubiera no cuenta...
Desde 1992 fueron acumulando poder territorial, alcaldes y diputados. Ahora son la primera fuerza política, aunque dos tercios de la población no comparten el proyecto revolucionario. Están en el gobierno y aunque el presidente Funes piensa diferente, su base de apoyo propia es pequeña, hacen mayoría fácilmente en la Asamblea, casi poder total.
Cada vez son más claros, vamos hacia un estado socialista gradualmente, la teoría de “la inevitabilidad de la gradualidad”.
La pregunta del millón es ¿qué hará Mauricio Funes con su capital político, será el estadista que nos ayudó a cruzar el Rubicón, o no podrá hacer mucho para evitar el deslizamiento?
¿Qué hará la gran mayoría que se aflige, pero no se involucra?
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