Las políticas públicas en temas electorales se diseñan para responder a estructuras de poder partidario, se diseñan para los partidos políticos y su dirigencia...
Escrito por Sandra de Barraza.15 de Octubre. Tomado de La Prensa Gráfica.
Sobre reforma electoral se viene conversando desde la firma de los Acuerdos de Paz. Desde entonces motivados por la esperanza, el optimismo, la desconfianza o el temor han surgido distintas propuestas de reforma política y de reforma electoral. El denominador común de estas propuestas es su enfoque. Surgieron de instituciones de la sociedad civil y de grupos no partidarios. Fueron difundidas pero no fueron escuchadas ni mucho menos asumidas por los tomadores de decisiones. Ellos son los eternos ausentes. La regla es común y a nadie sorprende. Las políticas públicas en temas electorales se diseñan para responder a estructuras de poder partidario, se diseñan para los partidos políticos y su dirigencia olvidándose del necesario fortalecimiento de la democracia. Esa es la queja eterna. Esa es la realidad y como consecuencia, en nuestro país tenemos el más obsoleto sistema electoral de América Latina y C.A. Y esa fue la queja durante el Conversatorio sobre Reforma Electoral organizado esta semana por el Tribunal Supremo Electoral en coordinación con la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia.
Hay alertas sobre los riesgos que significa para nuestra democracia arrastrar permanentemente deficiencias institucionales, procedimentales e instrumentales en materia político-electoral. Hay reconocimiento sobre el miedo al cambio que los partidos políticos hacen evidente con su presencia, con su ausencia, con su palabra y con su silencio. Pero se han abierto oportunidades. Estoy convencida de que la resolución de la Sala de lo Constitucional reafirmando derechos ciudadanos ha generado un nuevo entorno de reflexión que debe administrarse inteligentemente. Por esto valoro las experiencias que se expusieron para motivar y actualizar la reflexión sobre reformas electorales. México y Panamá fueron los casos para inspirar la conversación entre representantes de instituciones públicas, organizaciones sociales, academia y no más que representantes de tres de los seis partidos políticos.
En el caso mexicano es relevante su mensaje de paso a pasito con la reforma pero con una ruta claramente dibujada hacia objetivos viables. En cada momento, las reformas deben cuestionarse. ¿Dónde está el mayor déficit de credibilidad? Las respuestas deben tener jerarquía para darle prioridad a lo que es más necesario. No todo se puede hacer al mismo tiempo. Es mejor avanzar y hacerlo evidente creando bases sólidas para la confianza y la credibilidad en el proceso electoral. La reforma electoral es y debe concebirse como un proceso, dijo el conferencista. Y allí, hubo temas de qué conversar sobre nuestro caso y se tuvo la oportunidad de expresar públicamente el desencanto con iniciativas infructuosas sobre lo mismo y peor aún, sobre el desperdicio de recursos disponibles para introducir reformas claves que al final se quedan una y otra vez en papel.
En el caso panameño el magistrado expositor destacó las ventajas de introducir reformas manejando el concepto tiempo y fecha límite. Lo más relevante debe estar listo con 12 meses de anticipación para que todos tengan tiempo de conocerlo, encontrar su nombre y verse en la foto, dijo. Con padrón electoral preliminar cualquiera pueda impugnar, la institución rectificar y se pueden superar los fantasmas de trasiegos que tanta credibilidad restan al ejercicio electoral. La institución electoral está obligada a limpiar, con participación de los interesados que no son exclusivamente los partidos políticos, el padrón preliminar porque es información pública. Se aceptan, hasta tres meses antes de la fecha de elección, no más que descargas por defunción y cargas por mayoría de edad. Y con esto hubo experiencias nuestras para contar y sorprender a cualquiera. En nuestro caso es imposible tener acceso al padrón y se vale cualquier cambio legal casi hasta el mismo día de la elección. Esto genera problemas de credibilidad, de organización, de recursos y más. Se tiene, dijeron, todo el material impreso para distribuir y a última hora, por los cambios legales que se hacen para beneficio partidario, se tienen que hacer cambios ¡a mano!
La puerta se abrió a reflexiones entre distintos sectores sobre un tema que a todos nos conviene emitir opinión y ser escuchados: la reforma electoral. El apoyo para oxigenar la discusión con experiencias externas de PNUD es oportuno porque las experiencias de países cercanos indiscutiblemente son relevantes. Los partidos políticos ¿serán sensibles a tomar decisiones oportunas que aseguren la credibilidad?
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