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2010/10/06

EDH-Yendo más allá de los discursos

 Juan A. Valiente.06 de Octubre. Tomado de El Diario de Hoy.

El leer los discursos del Presidente Funes genera en general tranquilidad por su visión. No puedo, sin embargo, afirmar que fácilmente uno esté de acuerdo con todo lo que dice. Para alguien de su calibre es inexcusable que sus discursos contengan ligerezas o simplificaciones que pueden funcionar muy bien como mensaje público, pero que insultan a veces la inteligencia. Lo que realmente preocupa es que teniendo visión, no haya logrado suficiente tracción en su gestión. El Presidente debiera usar una estrategia empresarial para mejorar sus posibilidades de éxito.

La estrategia empresarial es el camino que elige una organización o empresa para el logro de sus objetivos. Normalmente dicho camino se define a través de un proceso metodológico establecido y que revisa las capacidades de las personas en la organización, los procesos mediante los cuales desarrollan su trabajo, las expectativas de los clientes (en este caso los ciudadanos) y los resultados esperados. No puede haber logro de objetivos si no ha habido un proceso de armonizar todos estos aspectos en la organización.

El panorama para el Presidente no es fácil y las contradicciones que encontramos en la gestión diaria del Ejecutivo revelan lo difícil que está resultando actuar bajo una nueva forma de hacer política. Con el fin de conseguir algo de viabilidad el Presidente ha decidido continuar conviviendo con elementos dentro de su equipo de gobierno que no permiten alineamiento. Los objetivos deben ser compartidos por todos para generar tracción en esa dirección. Algunos miembros del Frente no necesariamente siguen la línea del Presidente. Y aunque no está dicha la última palabra, esperamos que la participación del FMLN en el gobierno no tenga como objetivo final minar la democracia desde dentro.

Invita además el Presidente a los líderes empresariales a compartir esta visión apoyando con un mayor esfuerzo fiscal e inversiones en el marco de un nuevo modelo de gestión política y económica que garantiza seguridad jurídica, reglas claras e instituciones fortalecidas. Y también aquí encontramos contradicciones. Ya hay presupuesto para el año entrante y no ha habido pacto fiscal. Ya definieron las autoridades cuáles serán los ingresos sin haber consenso fiscal en el CES.

Aboga por nuevos asocios público-privados, cuando en su gobierno una de las primeras acciones de muchos ministros fue eliminar las alianzas del sector público con instituciones privadas. Pregunten por ejemplo a las instituciones que colaboraban desde hace muchos años con el MINED, cómo en el presupuesto de este año se redujeron sustancialmente sus posibilidades de hacer obra y contribuir. Las acciones en el MINED parecían destinadas a eliminar todo vestigio de colaboración del sector privado en proyectos educativos nacionales.

Ofrece también defender reglas claras como cuando se enfrentó al Poder Legislativo por las telefónicas. Y, sin embargo, firma sin cuestionamiento el decreto legislativo promovido por sus funcionarios y que cambia arbitrariamente los impuestos a las bebidas alcohólicas en contra de la equidad fiscal. Los mensajes deben ser claros y consistentes.

Es obvio que el país necesita a la empresa privada y el Presidente lo sabe. También parece claro que hay sectores dentro de ella que todavía no confían en el nuevo gobierno. Pero la confianza no se construye arremetiendo contra la empresa con legislaciones, discursos y auditorías buscando disminuir su capacidad de influencia en el país. La empresa privada puede producir bienestar para todos y debemos ayudarle si acaso a reencontrar el doble propósito de su existencia bajo los lineamientos de la responsabilidad social empresarial.

No es pecado defender tus propios intereses, ni en el caso de ser empresa. El pecado es permitir que los intereses de pocos sean más importantes que los intereses de muchos. Y para eso tenemos al gobierno. No debe permitir el Presidente que ahora sean otros pocos los que decidan nuestro futuro sin equidad y justicia. Debemos ir más allá de los discursos sin traicionar la visión con nuestras acciones.

elsalvador.com :.: Yendo más allá de los discursos

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