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2010/09/22

LPG-Editorial-La libertad de expresión sigue sumando apoyos

 Y esta es responsabilidad de todos, incluyendo desde luego a los juzgadores, que tienen la misión de salvaguardar los fueros de la ley con inteligencia de futuro y no con rutina de pasado...

Escrito por Editorial.22 de Septiembre. Tomado de La Prensa Gráfica. 

 

El fallo judicial contra LA PRENSA GRÁFICA, y de manera personalizada contra su Presidente, ha venido generando una serie de reacciones de sustentado rechazo en prácticamente todos los sectores y entes vinculados con las tareas informativas y formativas de opinión, así como en el ámbito político y ciudadano. La sentencia a la que nos referimos no sólo es injusta en la personalización y patética en la fundamentación jurídica, sino que indica cuán en riesgo se halla el régimen de libertades democráticas básicas, a merced de un sistema judicial que no es aún lo que debe ser.

El pasado lunes, la ANEP publicó un comunicado en el que denuncia el “precedente negativo” que establece la sentencia aludida, al irrespetar la libertad de expresión y el derecho a la información, con lo cual se debilita “la esencia del ejercicio democrático que garantiza la sana convivencia de la sociedad”. Y hay algo fundamental que se destaca en el comunicado del que se hace referencia: “El fallo en cuestión favorece la impunidad, la injusticia y la autocensura de los medios de comunicación, lo cual va en contra de la transparencia, del combate a la corrupción y propicia el abuso de poder”. Todas estas reacciones deben ser analizadas a fondo, porque son un importantísimo acompañamiento tanto de la función periodística como de la función judicial.

Lo simplista y banal sería considerar que se trata de “presiones” para interferir en la independencia judicial, cuando lo que se está dando –en este campo como en otros– es la legítima incidencia del pensar y del sentir de distintas expresiones ciudadanas, que tienen todo el derecho a manifestarse frente a las decisiones y resoluciones del poder, que ya no es posible que pretenda estar encapsulado en la arrogancia autosuficiente, sino que debe cumplir a conciencia y a plenitud con sus atribuciones y facultades definidas nítidamente por la ley.

Una batalla que nunca termina

Es bien sabido, porque la experiencia lo demuestra en todos los tiempos y latitudes, que la lucha en defensa de la vigencia y consolidación de las libertades democráticas es cotidiana y nunca concluye. No hay sociedad en la tierra, por avanzada que sea, en la que se pueda decir que las libertades están a salvo de atentados, distorsiones o retrocesos. La vigilancia, pues, debe ser constante; y la ciudadanía es siempre la principal guardiana, que debe ser asistida eficientemente por una institucionalidad que se ajuste de manera inequívoca a los principios democráticos esenciales.

En su comunicado, la ANEP va más allá de la sentencia en cuestión: “La empresa privada confía en el buen criterio e interpretación que la Corte Suprema de Justicia pueda hacer en este caso y en la demanda de inconstitucionalidad del artículo 191 del Código Penal que protege y despenaliza a los periodistas por sus críticas desfavorables”. Los límites de la libre expresión ya están establecidos en el artículo 6 de la Constitución de la República, y sería contrario al desenvolvimiento democrático modernizador imponer otros límites. Tenemos que apostarle al avance, no al retroceso. Y esta es responsabilidad general, que incluye desde luego a los juzgadores, que tienen la misión de salvaguardar los fueros de la ley con inteligencia de futuro y no con rutina de pasado ni con arrogancia personalista.

Tales cuestiones, pues, nos competen a todos, y eso es de seguro lo más significativo del debate público que se ha abierto al respecto. Es cada vez más claro que la democracia es una tarea compartida, en la que cada factor y cada actor desempeña una función vital. La nuestra, la de los medios, es servir de plataforma cotidiana para que los hechos se expresen y las ideas fluyan con verdad y libertad.

La libertad de expresión sigue sumando apoyos

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