Eva Duarte de Perón deslumbraba con sus joyas, por lo costoso de sus abrigos de piel, sus radiantes brocados, sus bolsos con pedrerías, sus aretes y pulseras
Editorial.23 de Septiembre. Tomado de El Diario de Hoy.
Las socialistas españolas, como buenas socialistas, gastan los dineros de "el pueblo" para estar vestidas con ropa de marca, usar costosos perfumes, transportarse en lujosos vehículos y, lo principal, desafearse con cirugías, colorines, polvos especiales, máscaras, "make-up", uñas falsas, rellenos estratégicos, pestañas postizas… se visten de seda, pero monas se quedan.
"Un diario alemán", declararon hace unos días las afectadas, "cuenta falsedades". El diario al que con desdén mencionan es el Frankfurter Allgemeine, que las describe como "fashionistas". El Frankfurter Allgemaine Zeitung, aclaramos, es el más prestigioso en Alemania. En su crónica hacen un juego de palabras con el apellido de la vicepresidenta de gobierno, De la Vega, llamándola "De la Vogue", por la revista que fue el tema de "El Diablo viste Prada", con Meryl Streep.
También los hombres quedan en la picota. De los políticos españoles se cuenta de uno que cada día estrena nuevas monturas de anteojos, de los "costosísisisimos" atuendos de otros, de sus limusinas, de la elegancia de Zapatero y la barba de Rajoy…
Pero frivolidades hay en todo el mundo: Cuando Sarkozy fue a Estados Unidos, los diarios franceses calcularon que el precio del vuelo en jet fue mayor que su sueldo de un año. Hugo Chávez, ese sol de sabiduría que ilumina el universo, tiene dos jets privados que valen más de cien millones de dólares. Fidel Castro, reveló la revista Forbes, tiene una fortuna personal que supera el billón de dólares. Y seguimos contando…
Las alturas, dicen los alpinistas, marean
Mientras más socialistas, más botarates. La defensora de "los descamisados" argentinos, campeona de las luchas reivindicativas de los pobres, "la conciencia social" de América, etcétera, Eva Duarte de Perón, deslumbraba con sus joyas, por lo costoso de sus abrigos de piel, sus radiantes brocados, sus bolsos con pedrerías, sus aretes y pulseras y, desde luego, por su mal gusto, el gusto de los nuevos súper ricos.
Doña Eva, a la que la pobrería de argentinos descerebrados rinde culto casi religioso, decía que para representar a los pobres tenía que ir como una reina.
No pueden incluirse en estos comentarios a los presidentes mexicanos, o al menos los ex presidentes del PRI, que se retiraron de sus augustos cargos con varios billones de dólares en su haber, pues, a su entender, fueron dineros muy bien devengados por lo tremendamente difícil que es gobernar a México.
Salvador Allende, ex presidente de Chile que se mató de un balazo con la metralleta que le regaló su entrañable amigo Fidel Castro, tenía en sus frigoríficos los más exquisitos manjares del mundo, aunque no llegó al extremo de otro socialista, el emperador Bokassa de África Central, al que le descubrieron carne humana en los congeladores.
El caso de Allende es aleccionador, pues consiguió hundir a Chile en la más terrible pobreza y terminó depuesto por los cacerolazos de sus desdichados súbditos. Que los pueblos acaben con taparrabos es el precio que se paga en el tránsito de la sociedad burguesa al paraíso socialista, como sucede en Corea del Norte, donde hay crónicas hambrunas.
Los alpinistas suelen advertir que las alturas marean y mientras más alto se está, más desoxigenado se tiene el cerebro. Es para curar ese mal de altura que se justifican los lujos, los automóviles carísimos, los relojes que resplandecen, las mansiones a nombre de terceros…
elsalvador.com :.: Las socialistas españolas acusadas de "fashionistas"
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