21 de Agosto. Tomado de Simpatizantes del FMLN.
Seguramente tanto vos como este servidor, por años le hemos escuchado a los políticos referirse a la democracia como una suerte de pesos y contrapesos. Y quizá de tanto escuchar esa tonada, la hemos comenzado a tararear.
Por citar un ejemplo que seguramente pondrá en contexto este comentario, me referiré a los veinte años del ejecutivo en manos de ARENA y a su interacción con los otros órganos del estado que, en teoría, servían de contrapeso al ejecutivo, pero que en la práctica no hubo tal.
No me dejarás mentir que la Asamblea Legislativa durante las gestiones de ARENA, se convirtió en el “escribiente” de los designios del ejecutivo. Escribiente por decirlo de alguna manera cómoda, ya que se conoció que muchas veces las iniciativas de ley que ingresaron nunca se discutieron en la Asamblea Legislativa en aquella época, ya venían completamente elaboraras, asimiladas y ordenadas; bastaba nada más aquel requisito de levantar la mano o de que te la levantaran si te distraías.
Por otro lado pero en la misma sintonía, en la Corte Suprema de Justicia – CSJ – ningún amparo interpuesto que fuera desfavorable al status quo de nuestros “entrañables” oligarcas y/o políticos vio la luz.
Venís vos y te preguntas, ¿A qué pesos y contrapesos hacían o hacen referencia estos políticos demagogos? Sí durante esta época que hemos tomado como punto de análisis, solo se procuró el bienestar, el cobijo, las prebendas, los negocitos y la sobrevivencia de los mismos de siempre. Vos observas y llegas a la conclusión que no hubo ese equilibrio esperado en cualquier democracia que se precie de ser efectiva. Acá estamos hablando de efectividad y cualquier otra cosa es especulación, demagogia o populismo.
Me recuerdo y vos también lo has de tener presente que durante todas las legislaturas en las que ha participado el FMLN en este periodo usado como referencia, ellos y ellas exigieron cambios en: La transparencia del manejo de la cosa pública, Un manejo serio y responsable de la deuda, La eliminación de la partida secreta –una forma hábil y novedosa de hacerte millonario –, Exigencia de la probidad con la cual se deben de investir todo funcionario público –Saludos a Paco Flores y sus funcionarios –, La ley de partidos políticos con énfasis en el financiamiento, El voto residencial, El voto en el exterior, Ley de agua, Ley de medicamentos, Ley de armas y tantas cosas que sería interminable esta nota.
Ahora bien, ante todas las exigencias democráticas y necesarias que hicieron los de la izquierda salvadoreña en la Asamblea Legislativa, los del partido ARENA se hicieron los locos y no le pararon atención a ese clamor.
El tiempo pasó y en esas vueltas y oportunidades que da la vida –disfrazadas de revancha – es que aparecen ahora los del partido tricolor, desgarrándose las vestiduras exigiendo lo que siempre ellos, no solo le negaron al FMLN, sino a todo este pueblo salvadoreño. Da risa observar al chentino Vaquerano, desgarrarse las vestiduras a punta de llanto, porque no tiene el eco esperado en todas estas medidas o peticiones.
Vamos a hacer un alto en este comentario compatriota, bajo las circunstancias actuales y en esta coyuntura política es que se ponen de manifiestos los verdaderos pesos y contrapesos y, sobre esa ruta habría que comenzar a transitar. Si los políticos no quieren, como pueblo habría que comenzar a presionar.
A qué me refiero con esto, pues es simple, ahora que ARENA sí tiene la “voluntad” de transparentar y democratizar algunas cosas, aprovechemos a democratizarlas TODAS y no solo la partida secreta de la presidencia de la república.
Sabemos que detrás de la petición de ARENA hay chantaje, de eso no hay dudas, pero también es cierto que el tema de partidas secretas se debe de transparentar y no desde ahora, sino de forma retroactiva. Si la vamos a hacer negra, de una vez hagámosla trompuda y comencemos a cuestionar y a transparentar en qué gastaron los ex presidentes sus respectivas partidas secretas.
En todos los paises democráticos existen las partidas de imprevistos, así que pensémos en medidas que cimplemente la transparenten, por ejemplo, luego de cada ejercicio fiscal y en un tiempo prudencial se deberían de detallar TODAS las erogaciones y los orígenes de las mismas, para que sepamos: Qué se dejó de hacer con ese dinero, cuál fue su destino y cuál fue la entidad del estado que se encargó de la “donación”. Con esto vamos a poder observar si se dejó de comprar medicinas y se prefirió en detrimento de la salud de este pueblo, la compra de voluntades.
Al presidente Funes no le debe de molestar esta jugada de ARENA, es más, como todo un estadista debe de ver más allá de su gestión. Los pesos y contrapesos que ahora se construyan no solo beneficiarían a esta generación, sino a las que nos sobrevendrán.
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