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2010/08/14

LPG-Nuestro voto y los diputados

El sistema electoral para elegir diputados puede y debe mejorarse. Se debe garantizar a los votantes que el voto que se da por un partido político no se vaya a traicionar. Hay que evitar que los diputados se cambien de partido una vez electos y con el sistema actual todos corremos el riesgo de que se traicione nuestro voto.

Escrito por Fernando R. Montenegro P.14 de Agosto. Tomado de La Prensa Gráfica.

Una forma de cambiar este sistema para mejorar el desempeño de los diputados es forzarlos a que trabajen para merecer nuestro voto e impedir cambios de partido después de electos. Habría que votar por una persona y no más por un partido político. De igual manera como se hace para la elección de alcaldes y presidente de la República. Si bien es cierto que los candidatos los propone un partido político, los votantes votan, mayoritariamente por la persona y no necesariamente por el partido político que los propone.

Actualmente los votantes no sabemos quién nos representa en la Asamblea Legislativa, ya que votamos por un partido y es este el que escoge a cada uno de los diputados que saldrán electos según los votos recibidos.

Otra desventaja del actual sistema de elección de diputados es que para cada votación todos los diputados reciben lineamientos de cómo deben votar cada vez, esto es, que deben seguir los lineamientos que dicta el partido, como si fueran un rebaño de ovejas sin criterio personal. Pareciera que los diputados electos por este sistema carecen de su propio criterio, principios, valores, sentimientos, deseos, etc.

Si logramos cambiar este sistema de elección de diputados y se modifica de manera que cada diputado represente una zona geográfica de cada departamento, los candidatos tendrán que hacer campaña y “convencernos” de votar por él (ella). Para esto cada candidato deberá conocer su territorio y las necesidades de sus potenciales electores, preocuparse por averiguar qué desean, qué quieren que se cambie y no qué desea el partido político que los manda; cómo desean que se aborde un problema específico, qué leyes son importantes para ellos. Los candidatos a diputados deberán trabajar por interpretar lo que sus electores piensan sobre los temas nacionales y que para ellos son más importantes: violencia, economía, educación, salud, empleo, transporte público, etc. y no olvidar que somos los votantes los que tenemos el poder, puesto que al elegirlos a ellos, se convierten en nuestros representantes ya que para eso les dimos el voto.

Una ventaja de votar por personas es que podremos exigirle al diputado que nos represente que cumpla con lo que se comprometió en su campaña. En cambio, si se vota por un partido político, es difícil exigir, y aún más difícil, lograr una respuesta.

Una forma práctica y al alcance de todos los electores, para hacer presión a los políticos con poder de decisión, que deseamos cambio en el sistema de elección de diputados y que queremos representación directa en la Asamblea Legislativa, sería insistir en ese sentido.

Este artículo va dirigido a los electores independientes, sin compromiso, que pensamos en que el voto antes de darlo es preciso evaluar las ventajas y desventajas de elegir a una u otra persona; está dirigido a esos hombres libres, que deben ser motivados para que mediten y hagan que el sistema electoral de verdad nos represente.

Nuestro voto y los diputados

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