Aunque las constructoras y empresas inmobiliarias redujeron hasta en un 90% la venta de las viviendas por la crisis económica mundial, los precios de éstas nunca bajaron en el país. La poca demanda, dicen ellos, se debe a que los bancos endurecieron los requisitos para otorgar créditos.El precio de las viviendas se ha mantenido a pesar de que el poder adquisitivo de los salvadoreños no alcanza para comprarlas a esa cantidad.
Karen Molina.18 de Agosto. Tomado de El Diario de Hoy.
Los precios de las viviendas en el país siguen por las nubes, a pesar de que el desempleo, la contracción crediticia y la inestabilidad económica mundial ha provocado una baja en la demanda.
Según datos de la Cámara Salvadoreña de la Construcción, Casalco y la Cámara de Bienes Raíces, desde que comenzó la crisis económica a finales de 2008, la venta de viviendas se redujo entre un 70 y 90 por ciento.
Pero a pesar de ello, las casas han mantenido su precio.
Por ejemplo, casas usadas en la colonia Miramonte se cotizan actualmente desde los $80 mil hasta los $140 mil, según se publica en los anuncios clasificados. En la colonia Escalón hay casas de $100 mil hasta $250 mil.
Las casas nuevas que son parte de proyectos residenciales innovadores también se cotizan desde los $180 mil a los $200 mil dólares, dependiendo de la zona en la que hayan sido construidas.
Mientras que en urbanizaciones ubicadas en zonas consideradas "peligrosas" como Soyapango, Apopa y San Martín hay casas que pueden alcanzar precios que van desde los $30 mil a los $70 mil.
Ismael Nolasco, director ejecutivo de Casalco explica que los precios de las viviendas en el país no han tenido una baja radical porque no se ha llegado a niveles extremos como los ocurridos en otros países.
En Estados Unidos, por ejemplo, la crisis inmobiliaria obligó a muchas constructoras a rematar las casas para recuperar parte de lo invertido.
"Me extrañaría si hubiera disminución en el precio de la vivienda. Nuestro nivel de crisis económica no ha sido tan fuerte como para rematar las casas", dijo el profesional.
La presidenta de la Cámara de Bienes Raíces, Mery Guevara, también comparte esa idea: "El comercio inmobiliario en el país es más estable. No ha habido necesidad de vender las casas más baratas", dijo.
Más bien ambos coinciden en que han sido los bancos quienes no han facilitado el crédito a los compradores.
Nolasco recordó que desde 2008, las tasas de préstamo subieron y los plazos de pago se acortaron. "El problema no es el precio de la vivienda, sino el poder adquisitivo de la gente", dijo Nolasco.
Según el director ejecutivo, son los salvadoreños quienes han reducido sus intenciones de adquirir un préstamo para construir o comprar un casa.
Según cifras presentadas por Casalco, los bancos disminuyeron el número de créditos para adquisición de viviendas de 3,108 en 2009 a 2,131 en 2010 y también redujeron el número de créditos para construcción de 431 en 2009 a 368 en 2010.
Bancos cautelosos
Pero Marcela de Jiménez, directora ejecutiva de la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa) dice que los bancos no han dejado de prestar dinero en este rubro.
"Los bancos no cierran o restringen el otorgamiento de crédito. Lo que ha pasado después de la crisis económica es que han tratado de ser más prudentes y vigilantes de a quiénes se les entrega ese crédito", explicó.
De Jiménez recordó que la crisis económica, originada en Estados Unidos, surgió porque los bancos otorgaron préstamos a personas que no pudieron pagarlos.
Para ella es lógico que estando en una coyuntura de crisis, los bancos se hayan protegido de no otorgar créditos a cualquier persona.
"Esto no es una decisión antojadiza de los bancos", agregó en respuesta a las quejas que ha tenido el sector de la construcción por la falta de financiamiento para seguir con sus proyectos.
La directora de Abansa expuso que los bancos han sido cautelosos, pero aseguró han sido los salvadoreños quienes también se han abstenido de solicitar créditos.
No dio cifras al respecto, pero dijo que en las reuniones de consejo, todos los representantes de la banca han manifestado que hay una reducción considerable de solicitudes para crédito de vivienda en el último año y medio.
Según las cifras de Abansa, en 2008 el saldo de la cartera de préstamos para construcción y adquisición de viviendas era de $2,348.2 millones. En 2009, la cifra disminuyó a $2,220.6 y hasta junio de este año se tenía un monto de $2,052. En porcentaje, los créditos se redujeron de un 13% en 2007 a un 5.4% en junio de este año.
Nolasco expresó que si en el país hubiera una banca nacional que conociera y comprendiera las necesidades de los salvadoreños, se facilitaría el crédito para rubros como la vivienda.
"Sí se necesita una banca que conozca al salvadoreño", dijo el empresario, en referencia a que todos los bancos del país, a excepción del BFA y el Banco Hipotecario, son extranjeros.
Medidas para paliar la crisis
Si bien los precios de las casas no se redujeron, las constructoras sí hicieron decenas de estrategias para mantener el número de clientes o para no perder lo invertido.
Nolasco explicó, por ejemplo, que muchos de los proyectos de construcción programados fueron suspendidos para evitar pérdidas.
En marzo de 2009 un 30 por ciento de las empresas constructoras paralizó sus actividades como medida de cautela ante el inestable clima económico.
Otra de las alternativas para vender las casas sin tener que rebajar los precios fue ofrecer cero pago de prima, regalar los gastos de escrituración o entregar bonos para electrodomésticos si se compraba la vivienda.
En el rubro de casas usadas, un agente inmobiliario que no quiso identificarse por motivos de seguridad, aseguró que los propietarios mantienen los precios de las casas muy por encima de lo que realmente valen porque "todos quieren ganar más".
"Lo que hacen es elevar el precio para ver qué tanto puede pagar el comprador. De ahí le van bajando, bajando hasta llegar a un precio considerable para los dos", dijo.
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