El FMLN está enviando una serie de señales que tienen una diversidad de interpretaciones.
Escrito por Luis Laínez.09 de Mayo. Tomado de La Prensa Gráfica.
Por un lado está una aparente diferencia en el discurso de las dos facciones que en el pasado dieron luz a lo que se conoció como Corriente Revolucionaria y Socialista (CRS), es decir, el grupo de las FPL liderado por Salvador Sánchez Cerén, y los dirigentes provenientes del Partido Comunista Salvadoreño (PCS).
Esta alianza nació luego de los Acuerdos de Paz, para enfrentar al Movimiento Renovador de Facundo Guardado, líder de otra facción de las FPL, que, para esas fechas, ya había asumido el control del FMLN.
Al principio, la alianza se conocía como la “Schanel”, es decir, el acuerdo entre Schafik Hándal y Leonel González (Sánchez Cerén), aunque Guardado y los renovadores hicieron popular el mote de “ortodoxos”.
El caso es que la CRS poco a poco fue purgando de las filas del Frente a todo aquel que no se plegara o que mostrara disidencia. Es así como se explica la permanencia en el Frente de ex renovadores, como Violeta Menjívar, que se unió con Gerson Martínez para fundar la llamada Corriente Efemelenista, que, en la práctica, se conoció como “terceristas”. De ese mismo grupo son otros funcionarios gubernamentales, como Eduardo Linares y Manuel Melgar.
Los terceristas hicieron un pacto con la CRS y así permanecieron en el partido.
Sin embargo, lo que ahora llama la atención son las diferencias entre el grupo que domina el FMLN. Después del fallecimiento de Schafik, el hombre que ha llenado buena parte de ese vacío es José Luis Merino, conocido como Ramiro Vásquez, no tanto porque tenga el mismo peso ideológico, sino porque era el segundo de Schafik y porque maneja buena parte de las bases.
Además de Sánchez Cerén, otro de los referentes de las FPL es Medardo González, el coordinador nacional.
Lo que se ha visto últimamente es que mientras los dirigentes del PCS critican abiertamente el gobierno de Mauricio Funes (como Ramiro diciendo que el presidente estaba siendo presionado por la derecha o Sigfrido Reyes, el vicepresidente de la Asamblea que mantiene un permanente conflicto con el mandatario) los que vienen de las FPL no han mostrado la misma beligerancia.
Esto ha sido tan notorio que incluso el blog más representativo del Frente, El Trompudo, le dedicó hace unos días un comentario a Medardo González, donde lo caricaturizan como Cantinflas, precisamente por no criticar abiertamente a Funes.
A este panorama se le suma la reciente crítica de dos hijos de Roque Dalton para exigirle al gobierno la investigación del asesinato del poeta y la destitución de Jorge Meléndez, el comandante Jonás del ERP.
Reyes urgió la investigación al gobierno, apenas un día después. Aunque esto también podría configurarse dentro de otro contexto. Hace dos días me encontré con un ex integrante de la Resistencia Nacional que me explicó que el sentido de cuerpo de los que militaron en el ERP se mantiene vivo y que también dentro del FMLN hay cierto reclamo porque algunos de ellos han sido tomados en cuenta para el gobierno (como Jonás) y porque resienten la influencia que sobre la primera dama tuvo el máximo líder de ese grupo, Joaquín Villalobos.
Lo que podríamos ver en el futuro es el aparecimiento de otros ex militantes del ERP (que no necesariamente están en el FMLN) para acuerpar a sus camaradas. Y en eso, la fama de beligerancia y coraje del ERP les precede.
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