Escrito por Ricardo A. Novoa Arciniegas.21 de Mayo. Tomado de La Prensa Gráfica.
Podría ser demasiado temprano pronosticar quiénes podrían ser los “aspirantes” a la presidencia por el FMLN para las elecciones de 2014.
Pero las cosas que están sucediendo dentro del partido de gobierno muestran claramente que dentro de él acciona toda una “argolla” sistemática que se opone al actuar mesurado y cauteloso del presidente Funes desde el inicio de sus funciones.
Estando al frente de dicha argolla su ministro de Educación y vicepresidente de la República que se ha declarado abiertamente en conferencias de prensa como opositor. También hay otros postulados contradictorios a los proyectos de Funes, sobre todo los ortodoxos que insisten en avanzar con el Socialismo XXI.
Se están dando dos maneras distintas de gobernar, sin posibilidad de acercamiento entre Funes y la argolla; lejos de eso, la situación puede agravarse, ya que en política hay situaciones que surgen y son impredecibles.
Por lo que se escucha y hacen algunos protagonistas de la crema política dentro del FMLN, los aspirantes a esta altura se podrían configurar en los siguientes:
1. Salvador Sánchez Cerén, vicepresidente, ministro de Educación y miembro de la Comisión Política del FMLN; 2. Facundo Guardado, de ejecutorias conocidas; 3. Sigfrido Reyes, vicepresidente de la Asamblea Legislativa y vocero oficial del FMLN; 4. William Osmar Chamagua, pastor evangélico con radio emisora propia; 5. Medardo González, coordinador general del FMLN y miembro de las FPL; 6. Óscar Ortiz, alcalde de Santa Tecla, con pronóstico reservado, ya que perdió una candidatura ante Schafik Hándal; 7. Hugo Martínez, canciller de la República; 8. Hatto Hasbún, secretario estratégico, hombre de confianza del presidente.
Cada demandante constituye un dilema, para Funes y el partido. Lo que sí se puede decir es que todos tienen un “perfil” ampliamente conocido.
Según el comportamiento de cada uno en su actuar político, se irá descubriendo el dilema.
El caleidoscopio de “candidatos” del FMLN está expuesto en la ruleta de la política, ahora iremos vigilando atentos sus movimientos para ver quién gana la carrera.
En política la ciudadanía clama que se respete el artículo 151 de la Constitución, ya que todos los requisitos para “ser electo presidente” son básicos y fundamentales. Cada aspirante a la presidencia debe cumplir con los requerimientos “de moralidad e instrucción notoria” y no llevar a la silla presidencial para que nos gobierne, a un analfabeto, correcaminos, activista de calle, o lo peor, que tenga pendiente procesos criminales con la justicia. También se debe conocer que tanto la moralidad como la instrucción notoria no pueden separarse jamás, se combinan entre sí, y van unidas: fama, popularidad, reputación, prestigio, renombre, instrucción notoria, notabilidad. Todo esto se requiere para ser el dirigente de una nación.
Se recomienda al político, que en lugar de estar haciendo “pactos y alianzas verbales”, que haga una campaña limpia, sin insultos ni daños materiales en las propiedades”. Además deberían antes que comience la carrera propagandística hacer un verdadero pacto por escrito para que el candidato que va a representar a un partido se conozca si tiene y goza debidamente de todos los requisitos que enumera el artículo 151 de la Constitución. Así podríamos ir más conscientes y tranquilos a votar.
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