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2010/05/21

LPG-De la bombilla a la candela

 Públicamente se conoce mucho descontento con el accionar institucional y las implicaciones humanas y sociales que hubo con inversiones millonarias para la construcción de presas hidroeléctricas.

Escrito por Sandra de Barraza. 21 de Mayo. Tomado de La Prensa Gráfica.

 

Durante el período de conflicto armado, la principal ocupación de la entonces CEL fue estar levantando postes a lo largo y ancho del país. ¿Se recuerda? Y en esa misma época, la principal preocupación de las familias era tener suficientes candelas para cuando se fuera la energía eléctrica. En esto pasamos muchos años, tantos y con tantas ocupaciones de supervivencia que no hubo tiempo para pensar en las inversiones necesarias para el desarrollo. Nos fuimos quedando atrás con el día a día de supervivencia. Costa Rica sí pensó y actuó en el tema energético. Lo demostraron recientemente con el alza en los precios del petróleo. Pudieron, sin mucho problema, sortear los impactos en la economía porque producen energía renovable. Ese y otros son atractivos para que las inversiones extranjeras se ubiquen allí.

Nos quedamos atrás con el tema. Muchos proyectos se engavetaron y muchos temas se postergaron tanto que parece que cayeron en el olvido. En el periodo de reconstrucción no hubo suficiente recurso financiero para ampliar producción y la red de distribución de energía eléctrica. Pero públicamente se conoce mucho descontento con el accionar institucional y las implicaciones humanas y sociales que hubo con inversiones millonarias para la construcción de presas hidroeléctricas. La gente que vivió la experiencia de desalojo y reubicación se ocupa de contar y volver a contar el tratamiento de ciudadano de décima categoría que les dieron. Hay mucho resentimiento en el ambiente porque construyeron una millonaria presa para producir energía eléctrica y se olvidaron de proporcionar ese servicio en el lugar de origen. La producción fue para satisfacer las necesidades de los “centros de poder”. En ese lugar en donde se produce el recurso, la gente se quedó afectada y peor... ¡en el olvido! Por eso, con justa razón dicen y vuelven a repetir ¡que nos paguen por el Lempa!

En este ambiente se han dado las reformas institucionales incompletas; privatizaciones cuestionadas, inversiones en la producción de energía cara y con implicaciones ambientales, y también se han diseñado proyectos de energía hidroeléctrica que han caído en un ambiente difícil de manejar ¿Por ignorancia? ¿Por incapacidad? ¿Por falta de transparencia? ¿Por falta de institucionalidad? ¿Por falta de comunicación? ¿Por desconfianza? Se podrían plantear más inquietudes y en este cuestionado ambiente, con 27 meses de retraso, nació el Consejo Nacional de Energía cuya finalidad “es el establecimiento de políticas estratégicas que promuevan el desarrollo eficiente del sector energético, garantizando a los ciudadanos la prestación de servicios esenciales a la comunidad, así como incentivar al buen uso y consumo racional de las fuentes energéticas”. Es la “rectora y normativa de la política energética nacional, con el objetivo de incentivar el buen uso y consumo racional de las fuentes energéticas”, dice la ley. Llegó tarde pero llegó.

Y en este cuestionado ambiente también se han conocido dos iniciativas de proyectos de producción hidroeléctrica en la zona norte, El Cimarrón y El Chaparral, que caldean ánimos, generan confrontaciones, motivan marchas, amenazan la institucionalidad y ponen en riesgo las presentes y futuras oportunidades de desarrollo porque la demanda de energía llegó a su límite y aún no se conocen ni se difunden fuentes alternativas, ni tiempos, ni los recursos programados. Tengo claro los problemas y las limitaciones pero no encuentro ni opciones, ni propuestas... no conozco más que protestas para torcerle el brazo a los responsables del tema... la Presidencia de la República, el M. de Economía, el M. de Obras Públicas, el M. de Medio Ambiente y el M. de Hacienda que es parte del problema y la solución. Todos ellos integran el Consejo Nacional de Energía.

Una de las principales limitaciones para hacer crecer las inversiones nacionales y extranjeras, para hacer crecer los negocios nacionales y extranjeros y para multiplicar y distribuir mejor la riqueza en el país es la producción racional, responsable, accesible y sostenible de energía eléctrica. Hay muchas empresas, de esas que generan empleos en cantidad considerable, que estarían dispuestas a mayores inversiones o a la diversificación de productos si se supera su principal limitación... la energía eléctrica. Una está obligada a mantener en funcionamiento una enorme planta generadora de energía para cuando “se va la energía o baja el voltaje”. Si esto pasa, dijo el gerente, la producción para dos semanas, la gente se queda sin hacer nada, incumplo contratos y se pierden negocios. Pero el elevado costo de esta “alternativa” obligatoria, resta competitividad. Otra... ¡no puede, ni podrá y seguramente se retirará del país porque la energía ya no da para más! ¿Volveremos a las candelas?

De la bombilla a la candela

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