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2010/05/10

El Faro - ¿Consenso por la pobreza? - ElFaro.net El Primer Periódico Digital Latinoamericano

 Gana, Arena, FMLN y el gobierno de Mauricio Funes podrán disentir en una multitud de temas, pero las coincidencias sobre cómo enfrentar la pobreza pueden sorprender a más de uno. Representantes de gobierno y de los partidos políticos estuvieron en el primer debate de El Faro sobre el mapa de pobreza urbana del PNUD, en el que coincidieron sobre la importancia del cabildeo para que este tipo de estudios no se queden en los estantes y se traduzcan en políticas públicas.

Escrito por Ricardo Valencia.10 de Mayo. Tomado de El Faro.

 

Roberto Lorenzana, del FMLN; Rafael Morán, de Gana; Julio Gamero, de Arena, y el Viceministro de Vivienda, Edín Martínez, participaron, el pasado 3 de mayo, en el primer debate de El Faro sobre el recientemente presentado mapa de pobreza urbana del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), estudio que también contó con el patrocinio de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y el gobierno de El Salvador.

El Faro está publicando una serie de cinco historias relativas a pobreza urbana, y ejecutará tres debates sobre el tema, en un proyecto financiado por el PNUD. El punto de partida es el mapa sobre los asentamientos urbanos precarios y sus principales hallazgos.

El lunes 3 de mayo, los representantes de los partidos políticos y del actual Ejecutivo se mostraron a favor de que perdure la receta del programa de entregar bonos en efectivo a las familias más pobres y marginadas: subsidios financiados a través de créditos internacionales o donaciones.

Asimismo, los políticos respondieron a las críticas hechas por una parte de la comunidad académica en las que se les señala como los culpables de que decenas de diagnósticos consultorías y propuestas de ley no se traduzcan en políticas públicas. Recalcan que sin cabildeo político, apoyo partidario y consenso legislativo los estudios difícilmente trascenderán los anaqueles de la Asamblea y el Ejecutivo.

El Faro quiso hablar con los representantes de los partidos políticos con mayor presencia en la Asamblea Legislativa y con un funcionario del Ejecutivo, ya que estos son quienes deciden si los diagnósticos como el del PNUD se traducen en políticas públicas. Para muestra un botón. Un plan de subsidios destinado a los más pobres, tal como Comunidades Solidarias Urbanas (una versión de la Red Solidaria que creó el gobierno de Antonio Saca), sería insostenible si los diputados no apoyaran los créditos internacionales que financian el programa. Cualquier intento de influir en las políticas públicas del país, tanto en su metodología como en sus fines, tendrá que sortear el filtro de los diputados y los políticos salvadoreños. Erradicar la pobreza tendrá que conjugarse con la madeja de intereses políticos y económicos en la Asamblea Legislativa y en el Ejecutivo.

Pese a las constantes discusiones de nuestra clase política, los invitados sugirieron la existencia de un consenso sobre cómo combatir la pobreza extrema. Gamero, quien tuvo una larga trayectora como diputado clave de Arena y fue un operador político por experiencia durante el gobierno de Francisco Flores, sostiene que la permanencia del plan de Comunidades Urbanas Solidarias, retomado con otro nombre, “demuestra que se comparte una visión de país, que ya es parte de la agenda nacional”. El ahora asesor de la fracción legislativa arenera asegura que el nuevo mapa de pobreza urbana  del PNUD abona a la sobrevivencia del programa de subsidios. “Arena apoyará el financiamiento del programa”, promete.

Lorenzana, quien fue gerente de campaña del entonces candidato Mauricio Funes y ahora es directivo de la Asamblea Legislativa, asegura que el Ejecutivo de Funes “juega con el binomio cambio-continuidad”. “Hay cosas que antes se hacían mal y deben corregirse, pero existen aspectos comunes entre este programa y el del ex presidente Antonio Saca, por ejemplo en la asignación de una ayuda monetaria a las comunidades, aunque se ha ensanchado el monto. Ahora el presidente Mauricio Funes piensa trasladarlo a las zonas urbanas”, afirma el diputado efemelenista.

Morán, coordinador de Gana y alcalde de Ahuachapán, es un ex arenero e hijo de un ex dirigente histórico del PCN, Rafael Morán Castaneda. Después de la manifiesta disidencia de 12 legisladores areneros, que terminaron formando Gana, él públicamente aseguró que era fiel a Arena. Con el tiempo, sin embargo, también desertó y ahora forma parte de esta organización que se convierte en rival directo de Arena para los comicios legislativos y municipales de 2012.

Morán afirma que el mejor ingrediente del nuevo programa “es la participación de los municipios” y que, por primera vez,  se conecta el plan de subsidios con los  mapas de violencia.

Edín Martínez coincide con Gamero, Lorenzana y Morán en cuanto a que la única forma de financiar los subsidios por el momento son los créditos internacionales o donaciones. “Si no hay préstamos, tendremos problemas”, agrega Martínez, quien explica que “más allá de la fuente de financiamiento, lo importante es que lo inviertan en líneas concretas”.

Lorenzana no mira a corto plazo otro mecanismo para mantener vivo el programa de Comunidades Solidarias, aunque acepta que lo deseable sería que fuese financiado por fondos que provengan directamente de los impuestos. “Hay una situación económica muy apretada. Hay  que cumplir  con nuestros compromisos. Mientras la economía no crezca, necesitamos apoyos financieros”, concluye el efemelenista.

La importancia del cabildeo

Centenares de diagnósticos, consultorías y estudios sobre los más diversos problemas han reposado en los anaqueles del Ejecutivo y de la Asamblea Legislativa durante años. Algunos diagnósticos, como los mapas antipobreza, se han traducido en políticas públicas. Sin embargo, en otros casos, los estudios se han quedado detenidos en el filtro político. Un ejemplo de las propuestas fracasadas fue el Estudio de Organización del Sector Transporte Colectivo de Pasajeros en la capital, elaborado por la compañía israelí Tahal en 1997. En el estudio, la compañía proponía disminuir la cantidad de buses, además de replantear las rutas y los trayectos de las unidades de transporte público. El estudio fue promocionado por varios gobiernos como el modelo ideal para cualquier reforma en el sector. Sin embargo, a más de 10 años de su publicación, el diagnóstico cayó en un hoyo negro.

¿Pero cuál es el secreto que hace que los mapas de pobreza del PNUD tengan impacto en las élites políticas y, en cambio, estudios como el de Tahal no? Gamero describe al mecanismo ideal que deben tener los estudios exitosos: “Los estudios tienen ingredientes técnicos, pero debe buscarse los apoyos políticos. Se hace lobby a través de la plática, consensos y acercamientos con los partidos políticos. Pero hay temas que nadie se atreve a apoyar por el alto costo político, como el del transporte público”.

Lorenzana pone otro elemento en el tema: el costo de desarrollar una política salida del diagnóstico. “Siempre hay que preguntarse de dónde saldrá el dinero. Los estudios están en el “deber ser”, pero tenemos que contrastarlo con la realidad”. El político del partido de izquierda habla también de los “poderes fácticos” como obstáculos al desarrollo de una política pública. Lorenzana recuerda también que los estudios pasan por un rasero ideológico, porque cada estudio está orientado hacia un fin político.

Morán le agrega otro elemento para que un estudio influya: que sea producto de consultas con los gobiernos locales y las comunidades.

De nueva cuenta, Martínez aterriza en el último mapa de pobreza urbana del PNUD. "Un informe de este talante nos ofrece un instrumento novedoso para entender el fenómeno, pero debe pasar por un proceso de apropiación por otros sectores de la sociedad y que no se quede en los anaqueles de los ministerios”, asegura.

Finalmente, Gamero asegura que el estudio del PNUD tiene una ventaja sobre otros: el patrocinio del Ejecutivo. “No debemos olvidar que los estudios que influyen han tenido el involucramiento del gobierno”, concluye el arenero.

Al terminar el debate, el asesor de Arena en la Asamblea Legislativa, Julio Gamero, y el diputado del FMLN, Roberto Lorenzana, se saludan. “Podría haber dicho algo más provocativo, pero mejor no”, le expresa el efemelenista.

Gamero y Lorenzana aceptan la invitación a cenar y se despiden de Rafael Morán, coordinador de Gana, quien tiene que volver al occidente del país y no se queda a la cena. Las conversaciones entre Gamero y Lorenzana fluyen con más facilidad que las de Morán con el arenero. Tal vez la salida de Morán de Arena junto a otros políticos leales al ex presidente Antonio Saca, complican la comunicación. Un poco después, Edín Martínez, viceministro de Vivienda, se excusa y se va.

A la mesa, Gamero y Lorenzana tienen una plática fácil. Justo antes de servir el primer plato, aparece un nuevo invitado: el diputado del PCN Mario Ponce se disculpa diciendo que su secretaria programó dos eventos de prensa el mismo día del debate y por eso llega cuando ya la discusión terminó. Como intentando subsanar su ausencia, Ponce comenta sus intentos por colaborar con los planes contra la pobreza en Cuscatlán. “Tenemos un alcalde que intenta ayudar a todos los habitantes de su municipio a construir sus casas. Es muy exitoso porque no mira colores políticos entre la población y ha logrado que muy pronto no haya calles de polvo en el lugar”, relata Ponce. También comenta que le resulta sumamente complicado pensar cómo se podrán focalizar subsidios en la zona urbana. “Noto que en el campo es más sencillo que la gente pueda empezar una empresa o una ocupación nueva”, agrega.

Lorenzana y Gamero comen, pero Ponce se rehúsa. “Yo ceno solo mango”, revela.

Lorenzana y Gamero renuncian a los postres y terminan sumergiéndose en una conversación sobre el internet. “Esta generación tiene acceso a una cantidad de información que nosotros no teníamos. Ahora cuando querés que te expliquen cómo hacer las cosas en la computadora llamás a un cipote”, asegura Lorenzana.

El efemelenista encuentra un asunto poco ríspido de qué hablar con Gamero: una comparación entre el impacto de la televisión y los periódicos. La conversación vuelve a su trámite normal, muy lejos de temas polémicos y complicados.

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