Escrito por Juan A. Valiente.19 de Mayo. Tomado de El Diario de Hoy.
Ante la carta de renuncia del ex Ministro Manuel Sevilla y las primeras reacciones del Presidente Funes, no pude menos que recordar la sabiduría popular: A golpe dado no hay quite. La familia conformada por el Presidente y su gabinete ha comenzado a dar signos de disfuncionalidad. Ya van varios funcionarios fuera del gobierno, pero sólo uno ha renunciado. A Sevilla no le tembló el pulso. Un distinguido profesional con varias décadas de experiencia en organismos internacionales, ampliamente reconocido en el país, no quiso arriesgar su prestigio y credibilidad al permanecer en el gabinete. Las presiones para continuar con las políticas de siempre vinieron para su sorpresa de Casa Presidencial.
A nadie sorprende el conflicto entre el Presidente y su partido, aunque ha habido diversidad de especulaciones sobre la verdadera realidad de dicho conflicto, incluso la de policía malo y policía bueno, que tanta bilis le generó al mismo Presidente. Los recientes sucesos parecen validar lo enconado del conflicto. El Presidente ha puesto en riesgo la misma naturaleza de su gobierno al aceptar prácticas del pasado, para resistir y tratar de vencer el enfrentamiento con su partido. La alianza temporal con el PCN y GANA habla de la real importancia que tiene este conflicto a la luz del sacrificio que significa para su oferta de transparencia. Ha dejado su proyecto político en coma y su prestigio por los suelos.
El relanzamiento del "Movimiento Amigos de Mauricio" como "Movimiento Ciudadano por el Cambio", no parece contar con las garras que necesita para subsistir, ni con los amarres legislativos necesarios, a no ser que ya se haya negociado nuevamente con el PCN y GANA. Mejor habría hecho el Presidente en tomar en cuenta lo que su ex Ministro de Agricultura y Ganadería le ofrecía para reflexionar y cambiar el rumbo. Pudo haber decidido escuchar.
En todo este desgaste político el único que gana es el FMLN. ¿Y nos preguntamos quién asesora al Presidente? ¿Cómo es posible que se haya arriesgado a contaminar su legado en esta confrontación? El Presidente le ofreció al país una nueva forma de hacer política y debe exponer a los partidos y a las fuerzas políticas que quieran seguir haciendo su agosto.
Hay quienes piensan que el Presidente ya agotó su capital político y que no nos queda más que aguantar cuatro años más. Otros analistas le apuestan a un rompimiento inevitable. Y todavía hay quienes aseguran que el trueque es de poder por dinero y que el status quo permanecerá hasta el final. Talvez peque de optimista, pero creo que todavía tiene el Presidente tiempo de modificar el rumbo, resistiéndose a las mieles y tentaciones del poder.
El ex Ministro Sevilla advierte que "el cambio es posible y alcanzable si contamos con el liderazgo para acabar con las prácticas del pasado en todas las áreas de la gestión pública y si su gobierno moviliza el apoyo de todas las fuerzas políticas y sociales genuinamente interesadas en terminar con un sistema que ha permitido y estimulado el uso de los recursos públicos en función de intereses privados y partidarios".
La esperanza es que el Presidente recapacite. No puede permitir que intereses de pocos, incluso el propio, pongan en riesgo los deseos y las esperanzas de todos aquellos que han luchado por ver nacer un El Salvador diferente. Todavía recuerdo que el Presidente dedicó su legado a la memoria de su hermano Roberto. Roberto Funes Cartagena murió en la guerra, creyendo que los pobres de El Salvador merecen una mejor vida. El único vestigio que encontré en Internet lo lista en el número 7901 del "Monumento a la Memoria y la Verdad, un espacio para la esperanza, para seguir soñando y construir una sociedad más justa, humana y equitativa". La muerte de Roberto y tantos otros necesita ser recordada en vida. En sus manos, Presidente, queda la decisión.
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