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2010/05/14

Co Latino-En la sociedad del sufrimiento | 14 de Mayo de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

Escrito por Ramón D. Rivas.14 de Mayo. Tomado de Diario Co Latino.

Hace algún tiempo reflexionaban conmigo Chéster Urbina y Leo Regalado, historiador y museógrafo respectivamente, sobre el sufrimiento, y nos hacíamos las preguntas acerca de por qué sufre la gente y cuáles son las causas. Si examinamos lo que dicen los grandes psicólogos de la historia —como señala Sigmund Freud en su libro El malestar en la cultura— las causas del sufrimiento del ser humano son tres: la naturaleza, la caducidad del cuerpo y las relaciones sociales.
Desde un punto de vista biológico, se puede aceptar la caducidad del cuerpo como parte del proceso natural que experimentan los seres vivos, resumiéndose a dos las causas principales que desencadenan el sufrimiento del ser humano: el mundo y las relaciones sociales. Entonces, si el interés de sociabilizar surge por la necesidad de asegurar el bienestar y la felicidad, ¿por qué se sufre en la sociedad? ¿Es el sufrimiento inherente al ser humano? Así como que nadie nace con cultura, ya que la cultura se hace en el marco del proceso de interrelación, también podemos decir que el sufrimiento es el producto de vivir en una sociedad desigual, con una injusta distribución de la riqueza y con grandes cantidades de seres humanos con problemas, inmersos en una rutina de frustraciones sociales que  se traducen —en el ámbito mental— en sufrimiento.
Es decir, que el vivir bajo un sistema de explotación no me hace realizarme, ya que no tengo lo que necesito para vivir y ser feliz. Se trata entonces de una condición humana en la que se manifiestan sentimientos de limitación, impotencia, conflicto interno y externo y conmiseración, entendida esta última por falta de autoestima, por la escasez de bienes materiales, espirituales y morales. Sufrimos por el vacío que nos queda de ese hecho, de caer en la desgracia.
Y es que del sufrimiento físico y moral en el que determinados grupos e individuos caen no es posible que se puedan liberar, pues la sociedad no lo permite. ¿Es que el ser humano, hoy en día, ya no encuentra esperanza en la religión? ¿Por qué será? Karl Marx, en el Manifiesto del Partido Comunista, plantea que una vez que se rompen los lazos feudales, el ser humano busca a otros solamente por un interés egoísta. ¿Es esto cierto o hay sociedades primitivas que aún mantienen fuertes lazos de solidaridad, compadrazgo y bienestar común natural? El planteamiento de Marx es generalista, lo que nos lleva automáticamen-te a pensar en una forma  detallada del fenómeno, pues hay que ver el término felicidad en su contexto particular.
En otras palabras, el sufrimiento  como contraposición a la felicidad es un hecho cultural, como muy bien lo define Carl Jung, quien  matiza los planteamientos de Freud. Por otra parte —según Erich Fromm—, el ser humano se ha caracterizado por dominar al mundo y vencer todos los obstáculos, tanto físicos como de adversidades que se le presentan. Estamos ante un ser humano persistente que aparentemente no sufre por los problemas, sino que los enfrenta y los resuelve.
Si esto es así, y sobre todo cuando vemos lo que sucede en nuestra socie-dad en donde muchos a diario nos debatimos en la inseguridad social, ya que los altos niveles de descomposición social han generado una cultura de la desconfianza y la gente sufre por la inseguridad que la misma sociedad ha creado y permitido, entonces nos preguntamos: ¿Por qué en la actualidad el ser humano no toma  en sus manos el protagonis-mo necesario para enfrentar la existencia y hacerla más vivencial? El licenciado Reynaldo López Nuila, vicepresidente de la UTEC, conversando al respecto me decía, y concuerdo con ello: “El sufrimiento es una constante en la vida del ser humano, y puede ser menos en la medida en que nosotros mismos aprendamos a dominar nuestra pasión, nuestros sentimientos y nuestras emociones.
Lo que debería de existir es la filosofía del placer en contraposición con la filosofía del dolor que existe”. Y me explicaba que él, en sus años, ha aprendido que “el sufrimiento es una característica propia del ser humano. Nos movemos entre el placer y el dolor, y esto se manifiesta desde que se nace: sufre el niño, sufre la madre.
Con el desarrollo de la vida los sentimientos y las pasiones —al contacto con los demás— se van a manifestar: sufrimos no solo por lo nuestro, también sufrimos por los otros; sufrimos cuando vemos a la gente en la calle mendigar, esos ancianos en la miseria; de esas madres que mandan a mendigar a sus hijos. Y es que también hasta el envidioso sufre, precisamente cuando ve lo que los otros tienen. El sufrimiento es nato, pero se puede superar”.
En nuestra sociedad —soy de la opinión— son las fuerzas externas, las formas de interrelacionarnos, las que precisamente han hecho que el ser humano haya caído en mecanismos de mediación ideológica que lo vuelven un ser pasivo y sin protagonismo. En la sociedad en que vivimos son los medios de comunicación los que transmiten las ideologías del hedonismo, del individualismo; la ideología del superhombre, pero de un “supermán” individualista con todas las consecuen-cias socioculturales que eso entraña para ese individuo.
Para Immanuel Kant es precisamente este tipo de “hombre” aquel ser humano que no se rinde ante la adversidad; pero cuando este ser humano reedificado asume esa ideología de la pasividad, de la fragilidad —como muy bien lo concretizan los teóricos de la escuela de Frankfurt— es un hombre totalmente  a la deriva  y sin una conciencia que lo proyecte y le de ánimos para enfrentar el mundo real.
Estamos en la sociedad actual caracterizada por una mediatización de las “realizaciones”, que no le permite al ser humano retomar su legado original de lucha y conquista del mundo, precisamente por la divulgación insidiosa de una sola ideología, esa que es de corte y consumo individualista.
En el mundo actual necesitamos nuevas voces, nuevas luchas, nuevos impulsos para enfrentar el mundo para hacerlo más justo para poder ser felices, para salir del sufrimiento y para sentir menos dolor.

En la sociedad del sufrimiento | 14 de Mayo de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

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