Escrito por Ramon D. Rivas.22 de Mayo. Tomado de Diario Co Latino.
En esta ocasión quiero compartir con ustedes el discurso que ofrecí en ocasión de la reapertura del Museo del Sitio Arqueológico de Joya de Cerén el 18 de mayo en ocasión de celebrarse el Día internacional de los museos. Primero quiero afirmar que el museo arqueológico del sitio Joya de Cerén, es un espacio cultural que la Secretaria de Cultura, a través de La Dirección Nacional de Patrimonio Cultural pone a disposición de todos los nacionales y extranjeros, para que a través de sus salas de exhibición permanentes se pueda apreciar el patrimonio prehispánico de este lugar por medio de sus colecciones, que reflejan las formas de vida de los antiguos ocupantes de esta aldea prehispánica. Pero quiero expresarles, además, algunas preguntas que ya hace algún tiempo, me han entretenido.
Y es que en este país he podido constatar, en las últimas décadas, y principalmente después de la firma de los Acuerdos de Paz, aquel ansiado por todos, 16 de enero en 1992, un creciente interés por la edificación de museos. Es como que la gente, a título individual y colectivo, quiere saber ¿quién es? Se constata también, a lo largo y ancho de nuestra geografía nacional, ese interés por el estudio y comprensión de la cultura en todas sus dimensiones.
En las casas de la cultura pude observar los famosos “libros del pueblo”, que en muchos casos no eran más que la historia oral contada por la gente mayor, pero también la gente se entusiasmaba con la idea de edificar museos. Eso esta bien. En este caso concreto de los museos las preguntas que surgieron y aún hoy en día son: ¿Sabemos lo que es un museo? ¿Sabemos para lo que sirve un museo? ¿Sabemos cuál es su finalidad principal? Hasta hace relativamente poco tiempo, esas preguntas hubieran parecido absurdas; déjeme decirles que, hoy en día, el concepto clásico de museo esta en crisis y eso por muchas razones que en otra oportunidad espero poder abordar.
Y es que las intensiones de mucha gente son buenas; pero cuando no partimos de conocimientos definidos en base a estudios y lineamientos, basados en un consenso con la gente y los expertos y en la teoría que nos ofrece la ciencia museológica, eso que creemos que es un museo, en el mayor de los casos no es más que una bodega de objetos amontonados.
Eso no ha sucedió aquí con este museo que ahora se reabre al público ya que el equipo especializado en la museografía coordinado por la arquitecta Lilly Lemus de Baños y el maestro de maestros, el museógrafo y arq. Oscar Batres, con el equipo de técnicos que les acompaño, entre ellos el arq. Eduardo Góchez, han sabido cotejar la teoría y la práctica y así lo he constatado a lo largo de estas tres semanas de intensivo trabajo. Por su parte, el departamento de arqueología que coordina el arqueólogo, Shione Shibata y a la técnico, la arqueóloga Claudia Ramírez, han sido pieza clave para redimensionar también, y hacer efectivo el guión y selección el material que el museo ofrece. Y es que el trabajo de las últimas tres semanas ha sido constante y hasta cierto punto la presión ejercida por mi persona ha sido fuerte.
El resultado ahora es visible. De eso se trata. Me siento orgulloso de contar con estos colegas. Pero déjenme decirles que este resultado es producto también de muchas personas; he visto el constante ir y venir de don Salvador Quintanilla, responsable de este sitio arqueológico. Quizá ustedes no saben pero él vivía aquí, en calidad de propietario antes de que este impresionante lugar se diera a conocer al mundo por la importancia que alberga. He visto a este buen hombre entregado de lleno a este lugar caminando de un lado a otro para cuidar hasta el último detalle y no descuidar nada para este día.
Gracias don Salvador, pero también a todo su equipo, pero también a todos mis colegas de la secretaria de Cultura, que son muchos los involucrados, a la Señora Directora Ejecutiva Licda. Rivas al equipo de comunicaciones, a la Licda. Marielos Portillo, a los señores de la UACI que han aguantado mis notas, a la restauradora del Museo Nacional de Antropología, Dr. David J. Guzmán”, Leticia Escobar y su equipo que han hecho posible esta figurilla que hoy nos llevamos de recuerdo, pero en espacial al Señor Secretario, el Dr. Héctor Samour quien cuando le propuse la idea de celebrar con este magno evento en el día internacional de los museos, que hoy, celebramos con la reinauguración de este museo, no dudó y me dijo; hagámoslo. Pero ya continuando con las preguntas que al inicio me hacía, quiero aprovechar para externarles mi preocupación en el sentido que, en este nuestro país, no existe una política general de los museos.
Los intentos por parte de los museos privados para una efectiva coordinación se han visto frustrados y esto precisamente porque cada directivo de museo tiene su propia visión al respecto y esto se constata en todo el país. Y es que, en este país, —como no hay directrices generales en lo referente a los museos— cualquiera le puede poner el título de muso, a cualquier cosa, lo que naturalmente es incorrecto.
En este sentido aprovecho para comunicar que es necesario y esta contemplado en el Plan de Trabajo de la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural, el definir una línea consensuada entre los sectores culturales y afines, que incluyan las siguientes nociones en los actuales y nacientes museos: que deben ser espacios de investigación, de preservación del patrimonio tangible e intangible; y los procesos de participación, inclusión, apropiación, reconocimiento, recuperación de la identidad, educación, y entretenimiento de la sociedad.
Consideramos que en un país con ya 24 museos “reconocidos” —más los que ya existen y los otros que se están conformando por parte de iniciativas privas, que son ya varios, urge establecer, de una manera participativa, el desarrollo de una política nacional de museos. Y a eso también le vamos apostar en esta administración. En alguna parte leí: “los museos son una entrada al país y a la sociedad” y creo en ello, pero también en otra parte una vez leí: “El nivel cultural de un pueblo se mide por el número de museos que posee”, y créame, eso podría ser una gran verdad. Este país, lo repito, en la actualidad solo alberga 24 museos reconocidos y eso es poco.
Si verdaderamente le queremos apuntar a la salvaguarda y promoción de la identidad, como eje primordial para el desarrollo integral de todos nosotros en este país, debemos de apuntarle a los museos ya que hoy, más que nunca, estos se convierten en un instrumento clave pues son espacios para educar sobre historia, educar sobre cultura y educar sobre realidad nacional en todas sus dimensiones. En este país urge redimensionar la educación y apuntarle de una vez por todas al conocimiento de nuestra historia y cultura pilares importantes para la apropiación y disfrute de la identidad. Continuará…
Opiniones
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Editorial
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