Escrito por Pedro Antonio Salamanca.07 de Mayo. Tomado de Diario Co Latino.
Actualmente hay en el centro del debate político en nuestro país, la intencionalidad de otorgarle a la entidad RNPN, un grado mayor de confianza, transparencia, seguridad, imparcialidad y responsabilidad en el registro y custodia de la información que identifica a todos los ciudadanos del país.
Estos atributos son indiscutibles porque se trata de una información muy valiosa para cada uno de los que estamos obligados a registrarnos, es importante para garantizar la seguridad, confidencialidad y veracidad de los datos personales y únicos para los distintos fines en el campo electoral, mercantil, cultural, político y jurídico que debe estar totalmente garantizado por la entidad que tiene como finalidad administrar este recurso: El registro nacional de las personas naturales, RNPN.
Estos mismos atributos son necesarios para muchas entidades públicas, especialmente cuando se trata del juzgamiento y control de los actores políticos, de los recursos públicos, de los intereses del Estado o los derechos de los ciudadanos en general.
Es bueno que se debata este tema, ahora que se trata de un registro que a juicio de algunos partidos políticos, es inaceptable que el partido mayoritario pretenda controlar o dirigir este organismo, porque este no les merece ninguna confianza. ¿Por qué antes este organismo estuvo dirigido por un representante de otro partido político y entonces fue bueno para éstos? ¿Por qué se modificó la ley para que la elección del titular del RNPN, ya no lo hiciera el actual Presidente de la República sino el Tribunal Supremo Electoral? Parece paradójico que quienes antes dirigieron este organismo, ahora renieguen a esa situación, argumentando desconfianza o inconveniencia en el manejo partidista de ese organismo.
Por eso en este caso, parafraseamos esa famosa canción del inmortal Víctor Jara, y decimos: “A despartidizar, a despartidizar, que el registro es nuestro, es tuyo y de aquél, de Pedro y María de Juan y José”, es decir, el registro debe ser dirigido por alguien que nos brinde confianza a todos, no solamente a los partidos políticos, y si al final, es el señor Presidente quien lo elija libremente, que sea un proceso transparente, que participen todos aquellos ciudadanos que se consideren aptos y tengan las credenciales suficientes; que se definan los requisitos del perfil deseado y que se ventile públicamente el proceso de selección para este importante cargo público.
Ojalá que en el futuro, estos argumentos que ahora se esgrimen, también sean valederos para otros importantes cargos que requieren de mayor confianza e imparcialidad, porque se trata también del control, registro y salvaguarda de nuestros derechos e intereses de ciudadanos, como son los cargos de Procurador General, Procurador de Derechos Humanos, Fiscal General, Presidente y Magistrados de la Corte de Cuentas, Magistrado del CNJ entre otros.
¡A despartidizar todas esas instituciones!, los criterios que actualmente se debaten en cuanto al RNPN, en buena medida, hay razones para desconfiar por los intereses electorales en juego, pero es bueno tomar nota, que los intereses partidarios deberían dejarse de lado, y fortalecer la institucionalidad que mejor garantice la objetividad, transparencia, seguridad y responsabilidad en el manejo de la información personal de todos los ciudadanos.
Los ciudadanos también debemos tener presente, las actitudes, argumentos e inconsistencias de los dirigentes políticos que en algunos casos, se esfuerzan por un sistema de repartos de cargos en algunas entidades, atropellan criterios técnicos y legales, y desvirtúan la objetividad e imparcialidad de estos organismos, llegando al extremo de hasta pintar sus edificios con los colores del partido predominante en algunas instituciones. ¿De cuál confianza e imparcialidad se habla entonces? Por eso repetimos ¡A despartidizar, a despartidizar…!
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