Comentarios mas recientes

2010/04/20

Tendencia Revolucionaria-No existe el trece sin el once-El Salvador

Escrito por Dagoberto Gutiérrez.21 de Abril. Tomado deTendencia Revolucionaria.

En Venezuela, había suficientes razones en el 2002 para terminar, de cualquier manera, con el gobierno del Presidente Hugo Chávez. En esta revolución bolivariana, Chávez había usado las reglas del juego para cambiar el mismo juego, dándole vuelta a una rosca que nunca debe amenazar el juego que se juega con las reglas.


Desde que se inventaron los Estados, como un orden levantado a partir de una correlación de fuerzas, también aparecieron las acciones y reacciones para terminar, desde el orden o desde el desorden, con un orden enemigo. A esto se le llama, actualmente, golpe de estado. Quizá porque usa recursos estatales para terminar con el régimen adverso.
En Venezuela, había suficientes razones en el 2002 para terminar, de cualquier manera, con el gobierno del Presidente Hugo Chávez. En esta revolución bolivariana, Chávez había usado las reglas del juego para cambiar el mismo juego, dándole vuelta a una rosca que nunca debe amenazar el juego que se juega con las reglas.
Pero, sin embargo, en este proceso, usando las elecciones, se logró que la gente no solo votara sino que también eligiera y, así, dentro de la más estricta legalidad y dentro de la democracia, el proceso político estaba, a esas alturas, impulsando el arranque de la transformación de una democracia representativa, enferma, corrupta y desprestigiada, por una democracia participativa. Por primera vez, se abría la puerta para que el pueblo venezolano se convirtiera en sujeto político, sin dejar de ser actor. Y el enfrentamiento con los poderes tradicionales, se hizo inevitable.
Cuando en un proceso político, los partidos tradicionales, las clases dominantes tradicionales, los personajes tradicionales, se declaran en guerra contra un proceso político, eso significa que están amenazados sus intereses, siempre asegurados por el orden.
La ley de tierras más la legislación petrolera, más los caminos de participación popular, hicieron que se destapara una nueva oligarquía que podemos llamar oligarquía mediática, que en Venezuela y en nuestros países funcionan como verdaderas fuerzas políticas, defendiendo intereses muy claros, antipopulares y antipatrióticos.
La conspiración golpista concitó a la Casa Blanca washingtoniana, a los sectores dominantes tradicionales de Venezuela, a los reyes del petróleo y de la tierra, al alto clero católico, y a sectores en posiciones dominantes de las Fuerzas Armadas.
La desatada lucha política de masas, enfrentaba en las calles a la derecha oligárquica y al movimiento popular que apoyaba y apoya la revolución. La embajada estadounidense en Caracas movía los hilos conspirativos, y el golpe se desata sin movimiento de tropas, pero con movimiento de calle. Los golpistas buscaban que el Presidente Chávez estuviera en el país para lograr, una vez controladas las posiciones clave, su renuncia al cargo de presidente.
Con esto esperaban lograr la desmovilización física y moral del movimiento popular que respaldaba el proceso revolucionario. Los golpistas intentaban detener el proceso, echar atrás las transformaciones, recuperar su control petrolero y estatal y someter al pueblo a la represión. Una vez calentada la calle, pasaron a controlar la comunicación, silenciando el canal 8, que era el canal oficial, y cortando la comunicación del gobierno revolucionario con el pueblo. Los militares golpistas tomaron el control del Palacio de Miraflores, donde se encontraba Chávez, presionaron para lograr su renuncia.
El presidente no renunció y ganó tiempo. Luego de su captura, los golpistas actuaron para sacarlo del país. Estaba logrado el aislamiento y la separación entre pueblo y gobierno; mientras los golpistas controlaban totalmente los aparatos de comunicación ideológica y eran la única voz, o el único silencia que el pueblo podía escuchar.
En este momento del golpe se desata el factor pueblo que, sin saber de Chávez y sin tener orientación política antigolpista, echa a andar su conciencia política, cultivada por el mismo proceso amenazado, y suelta los choques callejeros, las tomas de locales y la concentración multicolor para cercar el Palacio Miraflores de fervor popular a favor de Chávez. Este fue el elemento que rompió el equilibrio favorable para los golpistas. Porque mientras estos celebraban la victoria y presentaban al nuevo presidente, Pedro Carmona, jefe de los empresarios, y danzaban en el bosque de la felicidad, y discutían sobre matar o no a Chávez, el pueblo venezolano fortaleció las fuerzas que dentro del ejército apoyaban a la revolución.
Los mismos boinas rojas que le daban seguridad a los golpistas victoriosos en Miraflores, se tomaron el palacio desde dentro, capturaron a los golpistas y se restableció la comunicación con el pueblo que supo que Chávez no había renunciado y que estaba prisionero en algún lugar del país. De esta manera, la correlación de fuerzas se inclinó favorablemente al Presidente Chávez y a la revolución.
Este proceso intenso y tenso se desató entre el 11 de abril, día del golpe, y el trece de abril, día de la derrota golpista y de la victoria popular. En realidad, la revolución había producido una reserva política y moral que le permitió en esos momentos derrotar a sus enemigos.
El golpe del 2002, en Venezuela, fue corregido el 28 de junio del 2009, en Honduras, y de nuevo, pese a las correcciones realizadas por el imperio golpista, fue el pueblo hondureño, en este caso, quien organizó y desarrolló la más extraordinaria resistencia que Centroamérica haya conocido. Como podemos ver, resulta ser la misma mano la que movió los hilos golpistas en Caracas y en Tegucigalpa, y también fueron los pueblos los que escribieron la historia, su historia, es decir, se convirtieron en sujetos de su liberación.
Veremos, en otro artículo, las razones por las cuales el imperio y las derechas venezolanas y locales odian tanto y temen tanto al Presidente Hugo Chávez y a la revolución que él dirige.

Tendencia Revolucionaria El Salvador

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.