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2010/04/20

LPG-Un horizonte sombrío

Algunos de mis lectores se confundieron y muy ofendidos me han reclamado el haber afirmado, en mi columna anterior, que los dirigentes del FMLN son mediocres en términos intelectuales, políticos y éticos. Pero esa valoración, como se advierte con toda claridad en el escrito incluso mediante el uso de las correspondientes comillas, no la hice yo sino el ex comandante guerrillero y actual cabeza de la Tendencia Revolucionaria Dagoberto Gutiérrez.

Escrito por Geovani Galeas.  20 de Abril. Tomado de La Prensa Gráfica.

Lo dijo en su espacio de reflexiones políticas titulado “Poniéndole coco” en Radio Cadena Mi Gente. Pero debo admitir que manipulé un poco la frase, no para aumentar su dureza sino para disminuirla, y lo hice por pudor porque la expresión literal de Dagoberto es mucho más cruda: “Hay que liberar al pueblo de la dirigencia del FMLN, esa vergonzosa coyunda de líderes mediocres intelectualmente, políticamente y éticamente... que son dirigentes y al mismo tiempo son comerciantes”.

Sospecho en todo caso que la confusión de esos lectores es de otro orden, y que tiene su origen en la dificultad de aceptar que los cuestionamientos a la ética de esa dirigencia no son ya un patrimonio de la derecha y de los “vendidos”, sino que vienen con creciente fuerza desde las filas mismas de la izquierda revolucionaria. A menos que ahora también acusen a Dagoberto Gutiérrez Gutiérrez y sus seguidores de cobrar el mítico cheque en la embajada americana.

Insisto en que todo esto era previsible e inevitable: los sectores de la izquierda que ya han colocado a Mauricio Funes en la lista de sus enemigos tenían necesariamente que terminar de exigir la definición del FMLN respecto a su propio papel dentro de un gobierno al que consideran por completo neoliberal.

Es cosa de lógica simple. No se puede ser gobierno y oposición a la vez, porque no se puede engañar a todos todo el tiempo. En ese sentido Dagoberto tiene razón: solo un pigmeo político e intelectual puede creer que con el simple hecho de pasarse de vivo está construyendo una verdadera estrategia de doble carril. A quien finge estar contra el sistema, pero cobrándole puntualmente su cheque a ese mismo sistema, el pueblo acaba cantándole con Víctor Jara: “Usté no es ná, no es chicha ni es limoná”.

Este cuadro de disenso crítico en la izquierda se agravará aún más en la medida en que nos acerquemos a las próximas elecciones, y su desenlace inercial será una nueva atomización. La línea divisoria de los reagrupamientos volverá a su punto histórico de partida: estar con o contra el sistema, reforma o revolución. No hay ningún esfuerzo de adivinación en todo esto, se trata más bien de un ejercicio de memoria. Por eso es que la voz de Víctor Jara vuelve a escucharse.

Pero en esta situación cobra presencia no solo el fantasma de ese entrañable cantante sino de toda la tragedia chilena. Me explico: a un llamado a la unidad nacional puramente retórico, efectuado por Mauricio Funes y respaldado por un FMLN que en los hechos ha virado al color rosa, los rojos emergentes oponen el llamado a la unidad popular, y ya estamos de nuevo instalados en los años setenta.

Es decir, instalados en una situación en que la lucha no era patriótica y por la democracia, sino clasista y por la instauración de la dictadura del proletariado. Solo que la historia enseña con creces que ese tipo de luchas no las gana nunca ningún bando pero sí las pierde siempre toda la sociedad, que es la que termina por pagar con dolor y sangre los delirios ideológicos de sus profetas revolucionarios. ¿Está El Salvador dispuesto a cancelar su futuro democrático en función de ese retorno trágico?

Un horizonte sombrío

2 comentarios:

  1. Es analista sabe que ni el actual frente tiene ni fuerza ideologica ni politica para retomar vias extremas. Esto es lo enfermizo de este sector, el jugar con sembrar el miedo, al estilo mas derechista y enfermizo que se oueda encontrar en nuestras derechas. Lamentable por que podrian dar mas.

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  2. Dejen de hablar tanta paja... el futuro ya es sombrio con o sin el frente en el poder.. no puedo imaginarme este tipo de articulos fuera de una estrategia sucia de jugar con el temor que la violencia de las decadas 70 y 80 nos ha dejado. Pero es falso.. hablan de las realidades salvadoreñas en un pasado y presente de bonanza democratica y economica, hablan desde sus propias vidas particulares y no hablan desde la perspectiva del salvadoreño comun, ese que noi puede ofrecerles nada a sus hijos, mas que crecer y soñar con emigrar a los EEUU. El futuro no puede ser sombrio... ya lo fue y ya lo es... dificilmente llegaremos a algo peor de lo que ya estamos...

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