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2010/04/18

LPG-Presión desde la izquierda

El jueves, durante la sesión plenaria, volvimos a ver algo que bien podría sumarse a la lista de diferencias entre el FMLN y el Ejecutivo. La bancada parlamentaria del Frente se negó a votar para autorizar al Gobierno a negociar dos créditos. Sin embargo, la administración del presidente Mauricio Funes no contó con el apoyo del FMLN, que se daba por descontado. En su lugar, recibió el de los diputados de ARENA, PCN, PDC y GANA.

Escrito por Luis Laínez.  18 de Abril. Tomado de La Prensa Gráfica.

La primera lectura es que Funes tiene el apoyo de la derecha y no de la izquierda. Sin embargo, cuando el Frente dice que por solo el hecho de ser gobierno cambiará sus requisitos –que son el examen de los términos del endeudamiento internacional– no deja de tener razón. Por eso considera necesario mantener los procedimientos y, por tanto, no era necesaria la dispensa de trámites, cuyo abuso ha criticado un estudio de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social.

Otra versión señalaba que la derecha estaba aprovechando las diferencias, que las hay –y muchas– entre el presidente y el partido que lo llevó al poder, para aumentar la distancia entre ambos.

Sin embargo, hay que tomar en cuenta que, desde el principio, el Frente estaba al tanto de las diferencias que había con su candidato. No era un mero capricho de Funes llegar de blanco a las actividades proselitistas o de negarse a cantar la marcha de la unidad o plegarse a cualquier signo partidario. No. El Frente no tiene problemas con eso. Ya sabía a qué atenerse. El verdadero peligro para el FMLN está en su mismo lado del espectro ideológico. El problema tiene nombre y apellido: Dagoberto Gutiérrez.

Gutiérrez reconoció a LA PRENSA GRÁFICA en septiembre del año pasado que la Tendencia Revolucionaria (TR, la corriente que lideraba en el FMLN y que desertó de este partido en 1996) estaba analizando convertirse en partido político. La noticia no pasó desapercibida en los círculos de izquierda. Numerosos blogs de izquierda retomaron la nota. Ahora volvió a estar en primera línea porque el mismo Dagoberto ha dejado de tocar este tema marginalmente y ahora lo impulsa; lo ha dicho en programas como Ocho en Punto, de Nacho Castillo; la Entrevista En Línea de LA PRENSA GRÁFICA; y desde su programa “Pongámole Coco”, en Radio Cadena Mi Gente.

En ese último espacio, Gutiérrez ha ido más allá. Primero dijo que Funes era de derecha, ya que sus políticas y actuaciones no se diferenciaban de las administraciones anteriores de ARENA. Retomaba la definición de Funes de deberse a “la unidad nacional” para señalar que no era de izquierda.

El paso siguiente es un ejercicio de la propiedad de transición que se enseña en Matemática: si el FMLN acompaña un gobierno que tiene políticas de derecha entonces, el FMLN es de derecha.

Luego dice que el FMLN se ha alejado del pueblo. Que una verdadera izquierda debe mantener un vínculo popular, que debe seguir actuando como movimiento social y, al mismo tiempo, tener una estructura que se active para participar en elecciones.

A eso es lo que le teme el Frente: que venga alguien de la talla moral de Dagoberto Gutiérrez y le erosione la base, acusando a la cúpula de negarse a denunciar los errores y desviaciones del Gobierno para poder gozar las mieles del poder.

Eso sí puede hacer eco en una base confundida con discursos tan opuestos entre Funes y el Frente, como el reconocimiento del actual Gobierno de Honduras.

Presión desde la izquierda

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