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2010/04/10

LPG-Homicidios siguen altos a pesar de presencia militar

El promedio de asesinatos ha tenido una leve reducción –de 12 a 11 diarios– desde la salida del Ejército para reforzar a la PNC. Empresarios advierten sobre un desgaste de la Fuerza Armada.

Escrito por Tania Membreño/Ernesto Pérez/Amadeo Cabrera. 10 de Abril. Tomado de La Prensa Grafica.

En esta zona (Distrito Italia) había un promedio de cuatro homicidios semanales, y que ahora tengamos cero homicidios (...).”

Manuel Melgar, ministro de Justicia y Seguridad Pública (05/04/2010)

En noviembre (del año pasado) hubo tres homicidios en el Distrito Italia y uno más el 1.º de abril.”

Agente fiscal, Unidad de Vida Especializada y Homicidio oficina regional de Apopa (09/04/2010)

A 25 días para que concluya el período estipulado en un decreto Ejecutivo que avalaba la salida de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) a las calles en labores de seguridad pública, los resultados han sido mínimos, según las estadísticas que maneja la Policía Nacional Civil (PNC).

Entre noviembre de 2009 y principios de abril de 2010, el promedio de homicidios diarios en el país bajó de 12 a 11.

La Cámara de Comercio e Industria de El Salvador cuestionó el jueves que los planes antidelincuenciales siguen sin dar resultados. Ayer, el presidente de esa gremial, Jorge Daboub, señaló que aunque el rol de la Fuerza Armada en los patrullajes en las calles ha sido positivo, no ha sido suficiente.

“Ha tenido un efecto disuasivo muy positivo para el país, pero no termina de tener su efectividad, y es porque la Fuerza Armada tiene varias limitaciones legales”, señaló ayer Daboub.

Para el empresario, las autoridades deben buscar mecanismos para hacer más efectiva la labor del Ejército en las labores de seguridad pública, y evitar un desgaste ante la opinión ciudadana, algo que ya advertía la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES) antes de la salida de los militares a las calles de los municipios más peligrosos del país.

“El Ejército debe contar con las herramientas legales proporcionadas por el Ejército para dar un apoyo más amplio sin caer en comparación a los soldados con los policías. Ellos tienen una preparación diferente, pero el apoyo del Ejército puede ser más grande y efectivo si se quiere realmente hacerlo. Estos seis meses deben de ser tomados como prueba para el país”, manifestó.

Toque de queda sin eco

En efecto, el ministro de la Defensa Nacional, David Munguía Payés, hace varios meses solicitó más herramientas legales para ampliar los campos de acción del Ejército en las labores de seguridad, pero estos nunca fueron otorgados.

Incluso, Munguía Payés habló de establecer toques de queda o régimen de excepción en las zonas más violentas del país.

La propuesta del ministro no tuvo eco en el presidente de la República, Mauricio Funes.

El mandatario dijo al respecto que esa era la última de las medidas contra la delincuencia que pretende analizar. Incluso, en ese momento, el mandatario aseguró que antes de echar a andar el régimen de excepción, acuartelaría a los agente policiales, lo cual ya se hizo efectivo.

Desde entonces, a Munguía Payés no se le ve en actos públicos militares y no ha querido atender las solicitudes de entrevista para evaluar el rol del Ejército en las calles y el rechazo a su propuesta por el mandatario.

A finales de octubre anterior, justo 10 días antes de la salida del Ejército a las calles, el presidente de FUSADES, Antonio Cabrales, mostró su desacuerdo en utilizar a los militares como un recurso para combatir la ola de delincuencia ante la posibilidad de dañar la imagen de la institución castrense, lo cual podría generar la pérdida de la confianza por parte de la población.

El 6 de noviembre pasado, Funes dio el banderillazo de salida para que los 6,500 miembros del Ejército reforzaran el trabajo de seguridad pública de la PNC. La continuidad de los soldados en la calle todavía es incierta.

El ministro de Justicia y Seguridad, Manuel Melgar, ha dicho en los últimos días que no es de su competencia decidir si el Ejército sigue o no en las calles, incluso prefiere reservarse su recomendación al respecto de si ha funcionado o no el refuerzo de los militares en el combate a la delincuencia en el país.

Las críticas por la salida del Ejército a las calles ha sido constante. A mediados de enero, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) contaba con 22 denuncias de violaciones a los derechos humanos por parte de elementos de la Fuerza Armada que desarrollan patrullajes de seguridad pública.

El director de la academia policial, Jaime Martínez, dijo que los soldados están carentes de orientación en labores de seguridad pública.

Homicidios siguen altos a pesar de presencia militar

1 comentario:

  1. Y que esperan? Amedrentar a los mareros con soldados? No entienden que el aislamiento y resentimineto social de ellos es tan profundo que no hay nada peor para ellos ya. Estas medidas tienen un efecto bien corto. Dben controlarles de otra menra mas de a pie. Hay que entrar a las casas hablar con los mareros, conocerles, a sus familias para ofrecerles alternativas. Hasta alli estamos bien. La pregunta grande es cuales alternativas son viables para ellos y cuales alternativas son las que el gobierno puede ofrecer y cumplir. No podran con este tipo de problemas solo con fuerza y armas. Hay qeu hablar con ellos para entenderles y asi poder enfrentarles de otra manera.

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