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2010/04/21

La Página-Funes-FMLN... Hacia el norte y hacia el sur (y II entrega)-Diario digital de noticias de El Salvador

 El presidente de la República está claro que su apuesta es ser parte de una alianza estratégica con Estados Unidos, pero el FMLN apunta hacia el ALBA, que de la mano de Hugo Chávez se enfoca en el Socialismo del Siglo XXI.

Escrito por Jaime Ulises Marinero.21 de Abril. Tomado de La Página.


El presidente de la República Mauricio Funes no se cansa de decir que su gobierno no está construyendo un modelo afín al Socialismo del Siglo XXI y que ni siquiera se le ocurre adherirse a la llamada Alianza Bolivariana de Nuestra América (ALBA).

Sin embargo la dirigencia del FMLN tiene entre ceja y ceja  el Socialismo del Siglo XXI que pregonan los países del ALBA.  Aprovechan cualquier acto público para elogiar las “bondades” de estar adheridos al ALBA, tal  como ocurrió a principios de enero pasado  cuando se  abrió la embajada de Cuba y Medardo González, el coordinador general del FMLN  le sugirió al Ejecutivo revisar la experiencia de los países miembros de la Alianza Bolivariana de las Américas (Alba), así como las ventajas de ser parte de ese esfuerzo.

Antes, en diciembre, fue el vicepresidente Salvador Sánchez Cerén, quien muy efusivamente dijo que el gobierno se encontraba evaluando la posibilidad de adherirse al ALBA. Apenas llegó a los oídos de Funes, éste desmintió y hasta desautorizó al vicemandatario a hablar en nombre del gobierno ya que quien fue electo como presidente fue su persona y por lo tanto es es responsable de definir la política exterior.

No obstante a pesar de la insistencia del FMLN porque el gobierno de Funes se acerque más al bloque liderado por Hugo Chávez, el mandatario ha dicho que no está interesado en el proyecto, y por el contrario, ha concentrado energías en el fortalecimiento de relaciones con países de corte más moderado, además de decir que su prioridad es la integración de los países centroamericanos.
Desde antes de asumir como presidente Funes manifestó que su modelo a seguir iban a ser el gobierno del presidente Lula de Brasil, con quien se reunió una vez elegido presidente y luego en febrero pasado en una visita oficial del brasileño a suelo salvadoreño.
El 25 de febrero durante la reunión de Funes y Lula, el mandatario salvadoreño le reafirmó a Lula su admiración y hasta su preocupación, pues en Brasil existe a posibilidad de que en las elecciones de octubre próximo, la candidata del Partido de los Trabajadores Dilma Rousseff pierda las elecciones presidenciales ante el socialdemócrata José Serra que la aventaja por diez puntos porcentuales.
Al FMLN no le disgusta que Funes exprese su admiración por Lula y su forma de gobernar, pero también les gustaría que buscara acercarse al ALBA para lograr los supuestos beneficios y enrumbar al país hacia el Socialismo del Siglo XXI, cuyo principal teórico Heins Dietrich dijo a LA PÁGINA que El Salvador reúne las condiciones necesaria para impulsar ese modelo de estado.
Al contrario Funes cada vez más expresa su admiración por Lula y, para que quede claro, su gobierno mantiene una alianza con el gobierno de Barak Obma, es decir con Estados Unidos..
Durante una convención de salvadoreños en el mundo, Funes expresó: “Tenemos una alianza estratégica con los Estados Unods de Norteamèrica, no solamente porque la inmensa mayoría de nuestros compatriotas en el exterior vive y trabaja allí, sino también porque es un gran mercado y con él debemos ampliar más y más nuestro intercambio y tornarlo cada vez más beneficioso para nuestro país”.
Las palabras de Funes no coinciden con las del vicepresidente, el guardián de la ortodoxia efemelenista en la fórmula presidencial, Salvador Sánchez Cerén, quien durante una asamblea general de la Internacional Socialista celebrada en noviembre pasado en Venezuela, manifestó la adhesión del FMLN y además de criticar a Estados Unidos se refirió a ellos como el imperio, recordando que “en El Salvador se detuvo la invasión con las armas”.
Aunque los dirigentes del FMLN, como Sigfrido Reyes, Medardo González y Norma Guevara salieron al paso diciendo que Sánchez Cerén había hablado como militante del FMLN y no como vicepresidente de la República, Funes casi de inmediato desautorizó a su segundo y dijo que el único que podía comprometer al Estado salvadoreño era él, “porque la misión constitucional que tengo como Presidente de la República como gobernante es justamente definir y construir las relaciones de nuestro país con el resto de los países del mundo".
Hacia los Estados Unidos… y Brasil
Con Brasil se han firmado algunas cartas de entendimiento y hasta hay convenio para apoyar el deporte y otras áreas. Incluso, hasta se ha pactado un crédito para mejorar el sistema de transporte público. Las relaciones son muy buenas. Funes se deja aconsejar por el presidente Lula, fundador del Partido de los Trabajadores al cual pertenece la primera dama salvadoreña, la brasileña Vanda Pignato.
Sin embargo, el rumbo de Funes apunta hacia Estados Unidos. Ya hubo una reunión oficial con el presidente Barack Obama y varios encuentros con la secretaria de estado Hillary Clinton.
Precisamente Funes ha tomado el papel de abanderado de la integración centroamericana y se ha convertido en el abogado promotor del gobierno del presidente hondureño Porfirio Lobo, para que sea aceptado en el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), pero principalmente en la Organización de Estados Americanos (OEA) de donde el país fue expulsado tras el golpe de Estado dado al ex mandatario Manuel Zelaya.
El papel de Funes es discordante con la posición del FMLN que no acepta al gobierno de Lobo por considerar que surgió de un proceso derivado de una ilegalidad. Sin embargo, Hillary Clinton ha alabado el papel que está jugando Funes y Estado Unidos ya manifestó abiertamente que apoya a Honduras de la misma manera que lo hace el mandatario salvadoreño.
La división entre el FMLN y Funes, alrededor del tema Zelaya es tal, que el domingo 20 de septiembre pasado Zelaya aterrizó en el aeropuerto internacional de El Salvador, en Comalapa, fue recibido por una comitiva del FMLN integrada por Sigfrido Reyes, Orestes Ortez, Nidia Díaz y José Luis Merino, pero nadie informó al presidente Funes.
El siguiente día Zelaya ingresó a territorio hondureño bajo extrañas circunstancias y el presidente Funes, según lo reveló él mismo en una conferencia de prensa, no fue informado pese a que no era cualquier persona la visita… era el presidente derrocado.
Las bases, que se manifiestan a través de blogs, siguen sin aceptar a Lobo como presidente de Honduras, al igual que los miembros de la Comisión Política, pero para Funes eso es intrascendente y sigue en su labor a favor de que Honduras reingresa a la OEA antes de la Asamblea General del organismo a celebrarse en Lima, Perú, en junio próximo.
El discurso de Funes, considerado por la presidenta electa de Costa Rica, Laura Chinchilla, como un líder de la integración centroamericana, es que Honduras ha reunido las condiciones para ingresar a los organismos regionales y continentales, lo cual es coincidente con lo que pregona Hillary Clinton.
La posición de Funes tomó más vigor, tras haber sostenido una reunión, en Guatemala, con los presidentes Lobo, Álvaro Colom y la secretaria de Estado Clinton. La misión es convencer a Ortega, quien adherido al ALBA sigue con su rechazo al gobierno hondureño, pero igual ya ha dado muestras de flexibilidad.
Para los dirigentes del FMLN el hecho de que Funes busque la integración de Honduras a los organismos regionales, no implica que el partido esté de acuerdo, porque el mandatario dirige la política exterior y el partido las relaciones entre partidos y está claro que no tienen relaciones con el partido que impulsó a Lobo para presidente.
El apoyo al gobierno de Honduras es la prueba más fehaciente de que Funes gira hacia Estados Unidos sin ver el sur, excepto si tiene que ver hasta Brasil.
Las diferencias marcadas de criterio sobre política exterior y modelos de Estado a imitar, son el reflejo de que la simbiosis Funes-FMLN fue estratégica y coyuntural. El FMLN se aprovechó de la popularidad del ex periodista y éste utilizó al FMLN como el vehículo que lo llevó a la presidencia.
El FMLN define los cinco años de gobierno de Funes como una transición para luego llegar ellos, con su gente, a la presidencia de la república, para lo cual necesitan darle gobernabilidad, la que hasta ahora se le ha negado desde el papel cuasi opositor que realiza el FMLN a los proyectos de Funes.
Y es que mientras el FMLN apunta hacia el socialismo del siglo XXI, Funes lo hace hacia un modelo “lulista” pero con visión hacia el enfoque estadounidense… Son criterios opuestos que generan que Funes siga sin ponerse la camisa roja.

Diario digital de noticias de El Salvador

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