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2010/04/20

La Página-Funes-FMLN, el binomio que se divide (I entrega)-Diario digital de noticias de El Salvador

 Escrito por Jaime Ulises Marinero.20 de Abril. Tomado de La Página.


Mauricio Funes llegó a la presidencia como izquierdista, pero hace un gobierno como derechista. La frase es del ex comandante del FMLN, Dagoberto Gutiérrez, pero también resume el sentimiento de muchos otros efemelenistas que están claros que hay una clara tendenciahacia la discordia entre el partido y el presidente.

Cuando en los primeros meses de 2007 la Comisión Política del FMLN evaluó la posible candidatura presidencial de Mauricio Funes, entonces la persona más popular del país después del entonces presidente Antonio Saca, tenían claro que el periodista no era de de izquierda pura, pero era la persona idónea para que el partido de izquierda ascendiera al poder ejecutivo.

Por eso en una de aquellas tantas reuniones no fue raro que alguien de la comisión propusiera que Funes fuera el candidato a la vicepresidencia, acompañando a Salvador Sánchez Cerén. Funes aportaba la empatía de cara a la sociedad y Sánchez Cerén garantizaba la fortaleza institucional del FMLN.

Se midió esa fórmula con encuestas internas del partido, pero los resultados no eran alentadores. Al cambiar el orden de los factores, poniendo a Funes primero y Sánchez Cerén segundo, los resultados se disparaban a favor del FMLN. Estaba claro que la inteligencia y la retórica de Funes tenía más peso que la ortodoxia de Sánchez Cerén y el FMLN decidió correr el riesgo, tomando las precauciones en el camino, revela un diputado suplente del ñartido de izquierda.

Funes ganó la presidencia y apenas se nombró una comisión para escoger a los futuros funcionarios y al gabinete de gobierno, del seno de la Comisión Política surgió un listado de nombres para ocupar los diferentes cargos. A algunos los tomó en cuenta, pero a la mayoría los desechó, incluso dio la primera muestra de división del binomio Funes-FMLN, al colocar en puestos claves a personeros que salieron de los “Amigos de Mauricio” y de Cambio Democrático, un partido que con un solo diputado ganado por residuos, supo sacar provecho de su estrategia política y perfectamente sus miembros ocupan una decenas de puestos claves en el gobierno. Muchos efemelenistas quedaron fuera o fueron nombrados en cargos secundarios, generalmente parientes de los dirigentes del partido.

A juicio de Gutiérrez, desde ese momento se comenzó a marcar la división que hasta ahora se ha mantenido. Por ejemplo, mientras los ortodoxos del FMLN se manifiestan en pro del Socialismo XXI, Mauricio Funes empuja hacia el liberalismo estadounidense o hacia tendencias socialistas marcadas por el tinte capitalista como la de Lula en Brasil. Mientras el vicepresidente utiliza un lenguaje gerrerista para dirigirse a Estados Unidos, Funes considera que es imprescindible una buena relación con la nación del norte.

Esa clara división generó que el presidente Funes haya desautorizado numerosas declaraciones del vicepresidente Sánchez Cerén y que incluso haya efectuado varios desaires al partido, como la no asistencia a actos propiamente partidarios.

Funes ha dejado claro que quien manda en el ejecutivo es él, por supuesto , con su círculo más cercano, quienes en su mayoría proceden no necesariamente del grupo ortodoxo del FMLN, entiéndase los hermanos Cáceres, Alex Segovia y Hato Hasbún.

A muchos efemelenistas no les cae en gracias algunas acciones de Funes, que no obstante, a diez meses de su gobierno se mantiene como el presidente más popular de América. Algunos efemelenistas le recriminan que no da pasos hacia el Socialismo del Siglo XXI, por eso es que en muchos blog algunos opinan que el FMLN verdaderamente comenzará a gobernar en 2014, pero para ello necesitan que Funes sea una especie de transición que debe gobernar adecuadamente.

Empero, las diferencias están marcadas. Y se hace sentir más cuando se trata de generarle gobernabilidad a Funes desde la Asamblea Legislativa. Aunque el mandatario ha repetido en varias ocasiones que cada Órgano del Estado es independiente, la última vez que lo dijo fue ayer, está claro que esa es una posición que adapta a conveniencia, pues cuando los diputados votaron para incrementar las penas contra los menores infractores, cuyas edades oscilan entre 15 y 17 años, a 15 años de internamiento, se quejó de que la Asamblea no había consultado con el Ejecutivo.

Todos los diputados efemelenista votaron por el incremento de las penas, pero Funes, asesorado por una comisión especial, decidió observar el decreto.

Lo mismo pasó con la eliminación de la cuota básica a la telefonía fija. Los diputados del FMLN en bloque votaron por eliminar la cuota, pero Funes decidió observar el decreto y a través de sus enviados negoció con el PDC, PCN y GANA para que se abstuviera de superar la observación. Los del FMLN insistían en eliminar la cuota fija, pero finalmente cedieron en aceptar una leve reducción que no zanjó del todo las diferencias entre el partido y el presidente.

El jueves pasado, tan solo, el FMLN dio una clara muestra de la desavenencia entre ellos y Funes cuando se abstuvieron de votar para permitir la negociación de los préstamos internacionales para proyectos de desarrollo social.

Según el diputado y secretario general del PDC, Rodolfo Parker, el FMLN pretendía “extorsionar” a Funes, al darle los votos toda vez y cuando el mandatario aprobara el decreto que obliga al Presidente de la República elegir al jefe del Registro Nacional de la Persona Natural (RNPN) a partir de una terna propuesta por el partido que haya obtenido más votos en la más reciente elección. En este caso en particular, esa terna sería efemelenista.

El mandatario está de acuerdo con ser él quien elija al presidente del RNPN y con tomar en cuenta la terna del partido mayoritario (FMLN), pero no quiere ser condicionado por lo que ayer envió a la Asamblea las observaciones al proyecto, en el sentido de que el mandatario tenga más opciones para escoger y no solo a la terna.

Para el sociólogo Marcelino Ramírez, o Funes quiere fastidiar al FMLN y devolverle el “favor” de no haber votado por la gestión de los préstamos, o la división camina a pasos agigantados y se dará antes de lo esperado, a tal punto que las palabras de Parker podrían estar dentro de la lógica política partidaria.

Las palabras de Parker parecen no importarle a la diputada Lorena Peña, para quien lo que diga el democristiano carece de sentido porque no tiene la moralidad suficiente para calificar al FMLN.

Peña niega que ellos hayan intentado extorsionar al presidente y asegura que no hay ninguna división entre el partido y el presidente.

Según la diputada no existe ningún tipo de separación ni distanciamiento con el presidente, Mauricio Funes. “Eso es a criterio de quien lo diga como los de ARENA siempre eran borregos de su presidente están asustados de que nuestro partido mantiene su identidad… Por esa falta de carácter, de identidad terminan como han terminado, lo que hay es separación de poderes y así lo manda la Constitución de la República; el poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial no pueden estar subordinados”.

La efemelenista dijo que la relación que existe entre el presidente Funes y el FMLN es excelente y que se está construyendo una nueva forma de gobernar pero que como todo proceso tiene sus complejidades y sus diversidades.

La posición de Peña contrasta con la de dos diputados efemelenistas que, amparados en el anonimato, aseguran sentirse defraudado por el rumbo que está tomando Mauricio Funes. Incluso recuerdan que el anhelo de la mayoría de la base del FMLN es que se derogue la Ley de Amnistía para poder procesar a los autores de numerosos delitos de lesa humanidad. Empero Funes ha dicho públicamente que no será él quien impulse la derogación y que esa es una acción que se puede impulsar desde la misma Asamblea y desde la Fiscalía.

A Funes también , algunos efemelenistas de base como Salvador Martínez, le recriminan que haya dicho que no va a perder su tiempo persiguiendo corruptos, pues le recuerdan que durante su campaña dijo que no le iba a temblar la mano a la hora de procesar a los corruptos. “Aquí, en el parque de la colonia (Zacamil) dijo que iba a ser implacable con los corruptos, le aplaudimos mucho porque le creímos, pero resulta que ahora se hace para atrás”, dice Óscar Chávez, activista del FMLN.

Para Chávez, Funes se ha salido del plan de nación diseñado durante su candidatura. Pues aunque desde el principio estaba claro que Funes solo era un intelectual con pensamiento progresista, siempre se tuvo en cuenta que no era izquierdista, muchos menos de la ortodoxia efemelenista. Ese papel lo iba a jugar Sánchez Céren, pero el problema es que éste termina opacado por la intervención de Funes, quien a la postre tiene apariencia de más intelectualidad, mejor retórica y ante los ojos de la mayoría, es una figura preponderante, capaz de lograr que alguien con simpatía de derecha haya votado por un partido de izquierda.

En reiteradas ocasiones Funes ha dicho ante los medios que existe una especie de campaña mediática por querer demostrar que hay una división entre él y el partido. Se empecina en sustentar una unidad “granítica” alrededor de un plan de trabajo conjunto, pero los hechos demuestran que no existe es reciprocidad entre el presidente y el partido que le sirvió de vehículo.

El politólogo internacional Otto Figueres sostiene que en América Latina los partidos oficiales no votan en contra del presidente, al menos no en bloque. En ese caso en el Salvador se vive la regla, porque el jueves pasado el partido que debió impulsar la gestión de los créditos era el FMLN, pero a la postre ellos jugaron el papel de opositor, además Funes observó dos importantes decretos ) infracciones a menores y eliminación de la tarifa fija) promovidas por los efemelenistas desde la Asamblea.

Funes dice que no hay división, pero los hechos demuestran lo contrario, lo que incluso ha generado nerviosismo entre la mayoría de diputados que cuando se les pregunta sobre el tema prefieren no hablar y si hablan sus palabras son distintas cuando lo hacen frente a los medios y cuando lo hacen de manera privada.

Y es que para algunos efemelenistas Funes se salió del plan original, pero no tuvo alternativa, pues una vez ganó las elecciones tenía que responder a las cuotas de los “Amigos de Mauricio”, los del FMLN y los del CD que hicieron el movimiento estratégico de sus vidas.

Luego vinieron las presiones y se olvidaron las promesas. Para algunos como Dagoberto Gutiérrez, fue entonces cuando se sintió que nuevamente gobernaba un presidente de derecha con vestimenta de izquierda.

Diario digital de noticias de El Salvador

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