Comentarios mas recientes

2010/04/12

El Faro - Reflexiones sobre la violencia - ElFaro.net El Primer Periódico Digital Latinoamericano

Escrito por Luis Fernando Valero.12 de Abril. Tomado de El Faro.

En el editorial Las lecciones de Romero se señala: “Y hoy, en nuestra sociedad, la impunidad es la principal responsable de la violencia y el crimen organizado que nos mantiene sacudidos. La naturaleza de la violencia actual es distinta a la de hace 30 años, pero la impunidad es similar.”

Hay que seguir aportando algunas reflexiones a fin de que el aniversario del asesinado de Mons. Romero, después de 30 años de impunidad legal, que no moral y ética, siga sirviendo de faro a la sociedad salvadoreña que si quiere, como quiso hace treinta años, liberarse de unos lastres sociales, que la impedían tomar velocidad de crucero, para entrar en una nueva etapa de su acontecer histórico, debe volver a analizar su realidad social.

Dada la realidad demográfica de El Salvador, la violencia, se focaliza en la juventud por ser mayoritaria, pero la violencia juvenil aunque sea una de las formas más visibles no es la única culpable en sí. No se puede considerar el problema de la violencia juvenil aislado de otros comportamientos disgregadores y problemáticos.

La violencia es un fenómeno cultural, no es innato, y la violencia se aprende. Los expertos señalan claramente que lo natural es la agresividad, unida a reacciones de índole suprarrenal y hormonal. Hay mucho de química en la conducta humana, y está unida a la sobrevivencia, pero esa agresividad es controlable, precisamente por ser un fenómeno natural, es educable; el problema se planeta cuando el entorno del niño y del joven está conectado a otras formas de violencia. Por ejemplo, presenciar

actos violentos en el hogar, sufrir abuso físico o sexual, ello puede condicionar a los niños o adolescentes de tal modo que consideren la violencia como un medio aceptable para resolver los problemas. Por lo tanto es un fenómeno educable, es un fenómeno netamente educativo.

Lo que se debería analizar es si, al cabo de estos treinta años, después de un periodo convulso y muy problemático de la historia de El Salvador, en donde murieron miles de personas,  los índices de violencia de hoy son menores, iguales o superiores a los de hace treinta años. Sí las condiciones objetivas en que se mueve la juventud, y por extensión la sociedad salvadoreña, educación, sanidad, trabajo, seguridad, bienestar social han mejorado o no, en relación con etapas anteriores.

Los cientistas sociales señalan, sin dudas, que la exposición prolongada a conflictos armados también puede contribuir a crear una cultura general del terror, que aumenta la incidencia de la violencia juvenil. Los adultos de hoy, jóvenes, son los niños que sufrieron la violencia de aquel tiempo.

Todo esto debe ser tenido en cuenta a la hora de analizar la violencia. Según sean los datos obtenidos se debería priorizar los gastos sociales para solucionar los problemas que son esenciales, prioritarios, y que condicionan la vida social no sólo del presente sino para el futuro.

Los planificadores sociales y sobre todo los políticos, que son los administradores de los bienes públicos, deben darse cuenta de que la comprensión de los factores que incrementan el riesgo de que los jóvenes se conviertan en víctimas o perpetradores de actos violentos es esencial para formular políticas y programas eficaces de prevención de la violencia.

En un informe visto la semana pasada en la Televisión Española, con motivo del aniversario del asesinato de Monseñor Romero, un cientista social salvadoreño decía a cámara que El Salvador tenía el índice, en estos momentos, más alto de violencia de Iberoamérica.

La sociedad salvadoreña debe valorar, aprovechando este triste aniversario, si los pasos que se están dando, si es que se dan, van por buen camino, si no se están dando, habrá que preguntarse si no es momento de empezar a darlos y saber que lo que se haga hoy, no tiene efecto mañana mismo, sino dentro de unos años, por ello la urgencia de empezar, ¡ya!;  pues como señala “El Informe mundial sobre la violencia y la salud”: “El volumen de la información acerca de las causas y la prevención de la violencia juvenil está aumentando rápidamente, al igual que la demanda mundial de esta información. Satisfacer esa enorme demanda requerirá una inversión considerable para mejorar los mecanismos que permiten efectuar la vigilancia de salud pública, llevar a cabo todas las investigaciones científicas necesarias y crear la infraestructura mundial para difundir y aplicar lo que se ha aprendido. Si el mundo puede afrontar el reto y proporcionar los recursos requeridos, la violencia juvenil podrá en un futuro previsible empezar a ser considerada un problema de salud pública prevenible.”

Y conviene no olvidar que la juventud es el futuro de los pueblos y que el futuro de la juventud, cuando las cosas son correctas, es la vejez, pero mal se puede llegar a ésta si por el camino se muere.

Opinión - Reflexiones sobre la violencia - ElFaro.net El Primer Periódico Digital Latinoamericano

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.