Publicada por un Columnista de El Diario de Hoy en la pág. 20 de ese periódico el pasado 8 de Abril de 2010
Escrito por Eduardo Castillo Urrutia(eduardo.castillo37@gmail.com).14 de Abril. Tomado de Diario Co Latino.
Me pareció interesante la referida “carta abierta” porque contiene varios absurdos muy trascendentales para los lectores, sobre todo para aquellos jóvenes que no tienen mucha experiencia política y social.
En primer lugar me refiero a la mención que se hace de esa nueva teoría socio-económica que tanto el Autor como el Presidente de la República y muchos otros participantes de la política actual han dado en mencionar: el Socialismo del Siglo XXI.
El tal Socialismo del Siglo XXI es el mismo, sí el mismo de todos los Siglos. A pesar de que la idea del socialismo nació mucho más antes del Siglo I comenzaré por allí para recordar a aquel eminente Socialista del Siglo I que, no murió, sino que lo mataron bien joven, de 33 años, en una forma cruel, clavado en una cruz. Jesucristo no murió para salvarnos a todos nosotros; no, el murió por defender a los pobres y lo crucificaron los ricos.
Por eso se puede leer con claridad en la Biblia que es más fácil pasar una soga (y no un camello) por el ojo de una aguja que un rico entre al Reino de los Cielos. Cristo murió por ser un socialista que defendía a los pobres. Así como Cristo, a través de 20 Siglos han sido condenados, perseguidos y asesinados un sin número de socialistas que defendieron a los pobres: San Juan Crisóstomo, San Francisco de Asís, Farabundo Martí, Mahatma Gandhy, Martin Luther King, nuestro Obispo Arnulfo Romero, Ignacio Ellacuría, para sólo mencionar unos pocos. Aquí en El Salvador también acabaron con un socialista que, sorpresa, era rico. Este fue capturado, mutilado de sus brazos, le extrajeron sus ojos y por fin, lo mataron; me refiero a Enrique Álvarez Córdova.
En conclusión, el Socialismo del Siglo XXI es sencillamente el mismo que el del Siglo I.
Además, en su artículo el Columnista se refiere al Presidente de Venezuela como “chafarote y gorila”. Que manera tan absurda de insultar; pero no al Presidente de Venezuela sino que a todas las personas que se dedicaron a la carrera militar.
Aquí en El Salvador cuando se platica en privado entre amigos algunas veces se menciona a chafarotes o gorilas para referirse a los militares. Pero este es un calificativo que nunca lo usamos en público porque es insultante y denigrante y hay que saber que todas las personas merecen respeto, una palabra que me imagino que el Columnista desconoce o no emplea.
Finalmente me refiero al destinatario de la “Carta abierta”, mi amigo Dagoberto Gutiérrez. Sobre él creo que no puedo hacer mucho sabiendo de la calidad humana que posee, sino felicitarlo y exhortarlo a que continúe manifestando sus ideas para la educación de nuestra gente. Lo único que puedo decirle a Dagoberto es que el artículo del Columnista me recuerda lo que dijo (o no lo dijo?, pero que es muy convincente), Don Quijote de la Mancha a su ayudante Sancho Panza cuando recorrían en su caballo y su mula un camino durante un obscuro amanecer, cuando a su paso escuchaban los ladridos de los perros en los vecindarios: “Querido Sancho, si los chuchos nos ladran es porque avanzamos”.
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