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2010/04/10

Co Latino-La herencia de nuestros antepasados es el actual patrimonio cultural del país ¿Qué hacemos por este gran legado en la actualidad? (Parte 1) | 09 de Abril de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

Escrito por Ramón D. Rivas.10 de Abril. Tomado de Diario Co Latino.

Nadie va a proteger nada, ni mucho menos apropiarse de algo, si no se le ha enseñado previamente lo que es. Eso implica que, en nuestro caso concreto,  la educación y los medios de comunicación tienen una obligación fundamental en la promoción y difusión del patrimonio cultural de los salvadoreños.  Por eso, en estas dos entregas me propongo desarrollar los conceptos básicos que rodean al patrimonio cultural, pues considero que es importante que la población conozca y sea capaz de identificarlos e implantarlos en su vida cotidiana.
Es necesario que la ciudadanía y las autoridades tomen en cuenta que el patrimonio cultural se encuentra diseminado en todo el territorio nacional y que es tanto material como inmaterial, y que pertenece a las tres dimensiones  del tiempo: pasado,  presente y futuro; y que va más allá de las visiones limitadas que se han venido ofreciendo y practicando. Aquí las preguntas son: ¿Qué entendemos por patrimonio?, ¿qué es el patrimonio?  Patrimonio no es más que —y así lo encontramos en los diccionarios— los bienes que nos heredan nuestros padres, y que pueden ser materiales, como una casa, un terreno, los muebles instrumentos de labranza, los instrumentos musicales, las mesas, las sillas, las camas, las ollas, los cuadros, las vajillas, las colecciones de fotografías, los libros y hasta dinero en efectivo, etc.
El patrimonio también se puede expresar inmaterialmente; por ejemplo, los consejos que nos dieron nuestros padres y que ahora se los damos a nuestro hijos, (por lo menos así se supone) la educación recibida en casa, el idioma aprendido en nuestra infancia, la instrucción que nos fue ofrecida (básica, técnica o científica), la música, algunas creencias —religiosas, a veces—, las leyendas y los recuerdos familiares, y las tradiciones que se expresan de diferentes maneras, de acuerdo con la familia y la sociedad a la que uno pertenezca.
Eso es patrimonio, pero también es todo lo que nuestros ancestros, es decir, los que habitaron la parte de la geografía nacional donde yo vivo edificaron y ahora se ve, se palpa y se siente, en lo que más adelante en esta presentación entraremos en detalle.  De todo esto nos surge la otra pregunta: ¿Y qué es cultura? Sobre el concepto de la palabra cultura mucho se ha escrito. Es más, yo he encontrado cerca de setenta definiciones.
Como antropólo-go me quedo con la definición clásica que aportó el ilustró Edgard B. Taylor, entendiendo que esta es, “aquel conjunto complejo que comprende el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualquier otra capacidad y hábito adquirido por el hombre en cuento miembro de una sociedad”.
La cuestión es que si nos vamos a la definición que nos proporcionan los diccionarios lo que vamos a encontrar es que  por cultura es algo así como desarrollo intelectual o artístico; sabiduría, civilización.
Para muchas personas la idea de cultura es el poseer un conocimiento erudito; una buena instrucción en un colegio de preferencia privado, y si es exclusivo mucho mejor; hacer uso de ‘buenos modales’ con personas semejantes a ellas y un buen comportamiento en la mesa a la hora de comer; aparentar un fanatismo por la música llamada clásica, e igualmente en la apreciación de ‘obras de arte’ y demás cosas similares que se anteponen a la opinión de ‘los demás, que no tienen cultura’, o que simplemente identifican como folclore.
Esto no es  más que una especie de eufemismo que usan algunos antropólogos, arqueólogos y otros ólogos para diferenciar las expresiones culturales de origen europeo —en nuestro caso—  con aquellas expresiones culturales autóctonas pero enormemente transculturizadas por el largo trayecto de ese contacto entre diferentes culturas: la europea y la nuestra. Esta pseudocategoría incluye la música tradicional —muchas veces amenizada por los indígenas o los campesinos—.
Pero  también son expresiones folclóricas los bailes, cantos, trajes, comidas y tradiciones que se observan en las fiestas patronales y también el uso de las lenguas nativas, el cómo se organiza la comunidad para el trabajo y las relaciones internas entre los individuos que la componen, y cómo usan los recursos y los transforman de acuerdo con sus necesidades. En definitiva, lo que unos llaman folclore no es más que la cultura de un pueblo.
En otras palabras, podríamos llamar cultura a la manera en cómo el ser humano (físicamente como individuo y como grupo) —y no es mi intensión el crear aquí otra definición— con sus necesidades, maneja los recursos que existen en el medio ambiente (naturaleza), transformándo-los por medio del trabajo (individual y colectivo), en el que se expresa la tecnología a través de instrumentos que son objetos nacidos de la ciencia, que es la suma de conocimientos adquiridos, vía la observación, y aplicados a la realidad, y que se hallan sancionados y aceptados socialmente. Así de sencillo, pero es la pura realidad. Ahora bien, las preguntas son: ¿Qué es  el patrimonio cultural y cuál es su importancia para un pueblo? Ya en lo precedente apuntábamos que la herencia de nuestros antepasados es el patrimonio, el cual se expresa en los objetos muebles e inmuebles, además de los aspectos inmateriales; por ejemplo, el canto y la danza, los cuales son herencia colectiva de un pueblo o nación, con un pasado común de un grupo de gente con intereses afines y relacionados con la misma historia, que afronta un presente y mira al futuro.
A esto es lo que hay que  denominar patrimonio cultural. Y es que la importancia de este radica en la gente, involu-crada con un pasado histórico que se relaciona con nuestro presente común, con sus problemas, con sus respuestas. Patrimonio no es solo lo edificado, es la gente y lo que ha hecho esa gente.
Es por ello que el patrimonio es la fuente principal de la cual la sociedad debe valerse para poder existir y recrear el futuro de un país; y de ahí su importancia, pues el patrimonio es uno de los pilares claves para la construcción de la identidad de una nación. La cuestión es que si no tenemos esto claro estamos perdidos y vamos en un país sin rumbo, a lo que caiga, con todas las consecuencias negativas socioculturales, políticas, económicas y hasta religiosas del caso.
Es también importante tener claro que el patrimonio cultural es parte  de la riqueza de un país; pero al igual que muchos recursos (naturales y científicos), el patrimonio cultural es un recurso no renovable en lo que respecta a su pasado, y es por eso mismo que se manifiesta tangiblemente como recurso nacional intocable e inalienable. (Continuará)

La herencia de nuestros antepasados es el actual patrimonio cultural del país ¿Qué hacemos por este gran legado en la actualidad? (Parte 1) | 09 de Abril de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

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